“Ya es hora de que los superricos paguen la parte que les corresponde en los impuestos”, demandó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en su perfil oficial de la plataforma X.

Como invitado a la reciente cumbre del Grupo de los Siete (G7), Da Silva insistió en la necesidad de imponer un gravamen global a los superricos, para colaborar en el enfrentamiento de las desigualdades.

El líder brasileño consideró la excesiva concentración de las ganancias en pocas personas como un riesgo para la democracia mundial.

De igual modo, en el marco del G20, el mandatario propuso imponer un impuesto global a los sujetos más acaudalados y emplear tales los recursos en la lucha políticas eficaces para contrarrestar el hambre y la pobreza.

Otro aspecto ético sugerido por el mandatario brasileño fue el relacionado con el uso y control de la Inteligencia Artificial (IA), y abogó por una gobernanza internacional e intergubernamental de esa novedosa herramienta, mediante mecanismos de regulación donde quepan los criterios de todos los Estados.

Desde su perspectiva, la IA acentúa el escenario de oportunidades, riesgos y asimetrías entre las naciones de mayor ingreso y las que permanecen en desarrollo.

Por esa razóin, llamó a crear también una IA “con el rostro del Sur Global, que fortalezca la diversidad cultural y lingüística y desarrolle la economía digital de nuestros países", enfatizó Lula Da Silva.