Soldados israelíes desconocen fallos de inteligencia del 7 de octubre
Las pesquisas en la Unidad de Recolección de Inteligencia Electrónica 8200 comenzaron en la segunda semana de octubre, pero muchos efectivos expresaron su enojo por la falta de destituciones o renuncias de oficiales, informó el diario Yedioth Ahronoth.
La frustración prevalece aún entre los soldados del ejército de ocupación israelí por el desconocimiento de la investigación sobre los fallos de inteligencia para prever el ataque del 7 de octubre.
De acuerdo con el corresponsal militar del diario Yedioth Ahronoth, Yoav Zeitun, las pesquisas en la Unidad de Recolección de Inteligencia Electrónica 8200 comenzaron en la segunda semana de octubre, pero muchos efectivos expresaron su enojo por la falta de destituciones o renuncias de oficiales.
Otras unidades de combate también expresaron preocupación sobre la indagación sobre la batalla en el kibutz Be´eri publicada la semana pasada.
El caso de la unidad 8200, las autoridades revisaron el comportamiento en el día anterior y en los años previos al 7 de octubre, pero el enfado entre muchos oficiales desacredita sus logros.
La versión final sobre los acontecimientos será presentada al año del estallido de la guerra.
A juicio del rotativo, el hecho de que ningún oficial de inteligencia fuera destituido o renunciara hasta ahora sugiere la no existencia de deficiencias en la conducta de la unidad 8200 para justificar tales acciones.
Según un alto oficial del Comando Sur, el concepto de defensa del ejército israelí en la frontera tiene como base la alerta de inteligencia, de lo contrario sería necesario desplegar decenas de miles de soldados en las fronteras con Líbano, Siria y Gaza.
Muchos jefes y soldados de la unidad 8200, responsable de interceptar llamadas telefónicas y recopilar y descifrar señales, estuvieron en un estado de parálisis desde el 7 de octubre debido a las sospechas sobre los altos mandos y las acusaciones internas.
La referida base militar debería interceptar a los palestinos para identificar señales de ataque y una invasión simultánea y masiva con la participación de miles de combatientes.
Por otro lado, una comisión israelí investiga el papel del Shin Bet desde el comienzo de la guerra como una entidad sin rendir cuentas al público.
Durante el fin de semana, la unidad de elite Shaldag expresó indignación por las acusaciones dirigidas en la investigación contra sus combatientes, quienes acudieron la mañana del 7 de octubre desde la base en Palmachim al kibutz de Beeri.
En opinión de fuentes cercanas a los oficiales de la unidad de comando de la Fuerza Aérea, el nombre de Shaldag fue difamado para calmar la ira de los israelíes.
La jefatura culpó a los combatientes menores sin extraer conclusiones contra los altos mandos, responsables de construir los escenarios y preparar al ejército para tal situación.