No logra la OEA votos para cuestionar elecciones en Venezuela
El intento de resolución injerencista no prosperó en la reunión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos, ni por consenso ni por mayoría de votos.
La Organización de Estados Americanos (OEA) intentó este miércoles emitir una resolución contra la legitimidad del proceso eleccionario recién culminado en Venezuela, pero no logró los votos necesarios para esa acción injerencista en contra del reelecto presidente Nicolás Maduro.
Tras un debate de más de cinco horas a puerta cerrada, no prosperó el acuerdo entre los representantes presentes, y decidieron llevar el documento a una votación en el Consejo Permanente de la OEA, donde también falló el ataque diplomático.
Con 17 a favor, 11 abstenciones y cinco países ausentes de la votación, la medida no logró imponerse en el Consejo Permanente de la OEA.
Esta sesión extraordinaria, celebrada en el salón Simón Bolívar, en la sede oficial del bloque en Washington, D.C, fue solicitada por Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
La pretensión de esos gobiernos era cuestionar además la labor de los mil 300 invitados y observadores de diversas partes del mundo y organizaciones acreditadas para la veeduría, quienes certificaron la validez de los comicios.
Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó a la OEA por esta nueva maniobra injerencista, y reprochó su falta de credibilidad para opinar sobre estos asuntos.
La resolución pretendía reclamar a la autoridad electoral de Venezuela la publicación inmediata de los resultados de la votación para llevar a cabo una verificación integral de los resultados en presencia de “observadores internacionales independientes”, a conveniencia de otros intereses.
En ese afán, cuestionó la transparencia, credibilidad y legitimidad de los resultados electorales publicados el mismo domingo 28 y primeras horas del lunes 29, tras vencer un ciberataque orquestado por la derecha contra el sistema de transmisión de datos para cuestionar luego su veracidad.