EE. UU. falla en manejar desacuerdos con sus aliados
La revista Foreign Affairs apunta que Estados Unidos debe estar dispuesto a actuar de manera más independiente, y criticar de forma abierta las políticas de sus aliados si las considera imprudentes como en el caso de "Israel".
Las tensiones entre Estados Unidos e “Israel” durante el último año son solo un ejemplo de un problema persistente en la política exterior de la Casa Blanca: ¿cómo manejar los desacuerdos con amigos y aliados?
En un artículo de Richard Haass titulado "El problema con los aliados", la revista Foreign Affairs consideró que, si el éxito se define en convencer a "Tel Aviv" de adoptar el camino deseado por Washington, entonces la política estadounidense hacia la entidad sionista debe ser considerada como un fracaso desde el 7 de octubre de 2023.
De acuerdo con la publicación, Estados Unidos fue durante décadas el apoyo más confiable para “Israel” y, según esta línea, Washington se mostró reacio a confrontar públicamente a “Tel Aviv” sobre la guerra en la Franja de Gaza.
Al respecto, recordó cómo la administración de Joe Biden incumplió su amenaza de detener el envío de algunos sistemas militares si el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu lanzaba una operación a gran escala contra la ciudad de Rafah, por considerar esos ataques "menos que exhaustivos".
En relación con dos de las crisis más grandes en la actualidad para Estados Unidos, la guerra en Ucrania y en Gaza, la revista planteó la cuestión de cómo manejar de la mejor manera con un socio dependiente de Washington pero que, en ocasiones, se resiste sus consejos.
Concluyó que la administración de Joe Biden respondió de manera silenciosa e improvisada, a menudo sin mostrar mucho de lo que podría haber hecho en ambos casos
Foreign Affairs valoró como paradójico que el actual gobierno estadounidense, centrado en las alianzas como la base de su política exterior, haya encontrado una gran dificultad en gestionar los desacuerdos surgidos de esas relaciones.
Para ser justos, argumentó, "el problema existía mucho antes de Joe Biden y está arraigado en las alianzas". Dijo: "en lo que respecta a la gestión de los conflictos con los amigos, el pensamiento de Washington es mucho menos sofisticado".
La revista apuntó que la extensa red de alianzas de Estados Unidos debería darle una ventaja significativa sobre China y Rusia, pero esta ventaja a menudo resulta ser mucho menor en la práctica.
Al concluir su artículo, Richard Haass sugirió que Estados Unidos debe estar dispuesto a actuar de manera más independiente, y criticar de forma abierta las políticas de sus amigos si las considera imprudentes o promover políticas alternativas.
"Si Washington hace esto, tendría una mayor oportunidad de lograr lo que puede parecer imposible: alinear la preservación de sus intereses con el mantenimiento de sus relaciones al mismo tiempo", concluyó.