"Israel" aumentó ataques contra suministros de agua palestinos en 2023
Los incidentes de conflictos relacionados con el agua en Medio Oriente representaron el 38 por ciento del total de los registrados en el mundo el año pasado, y en su gran mayoría estuvieron impulsados por ataques israelíes en la Franja de Gaza y Cisjordania ocupada.
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Niño palestino busca agua en Rafah, Franja de Gaza. 5 de noviembre 2023. Foto: Reuters.
Los ataques israelíes contra los suministros de agua palestinos en la Franja de Gaza y Cisjordania representaron una cuarta parte del total de incidentes de violencia relacionados con este recurso en todo el mundo durante 2023, según un estudio realizado por el Instituto del Pacífico y publicado por el periódico británico The Guardian.
Esta fuente documentó casi 350 conflictos por el agua a nivel mundial el pasado año, un aumento del 50 por ciento con respecto a 2022 cuando se registró un récord.
Al respecto, registró ataques a represas, tuberías, pozos, plantas de tratamiento y trabajadores, así como disturbios públicos y disputas por el acceso al agua y su uso como arma de guerra.
Dichos incidentes en Medio Oriente constituyeron, específicamente, el 38 por ciento del total de conflictos el año pasado debido a los ataques israelíes al suministro de agua y a la infraestructura palestina en los territorios ocupados.
El estudio señaló un grupo de agresiones de la ocupación en Cisjordania, por ejemplo, tanto colonos como el ejército contaminaron y destruyeron pozos de agua, bombas de bombeo y sistemas de riego, en 90 incidentes en 2023, lo que equivale a más de siete actos de violencia cada mes.
Un caso documentado reveló que los colonos del asentamiento de Shaare Tikva bombearon aguas residuales a tierras agrícolas palestinas al este de Qalqilya, en el norte de Cisjordania, y causaron así daños a olivos y cultivos en el mes de septiembre.
En otro caso de noviembre, los colonos demolieron tuberías y tanques para el suministro del recurso en escuelas y arrancaron docenas de pequeños olivos en la ciudad ocupada de Hebrón, en el sur de Cisjordania.
Sobre la Franja de Gaza, el estudio llamó la atención en la miserable situación en el sector antes de la operación Diluvio de Al-Aqsa, sin embargo, la situación se agravó después del 7 de octubre con la destrucción de gran parte de la infraestructura de agua y saneamiento.
Mencionó, por ejemplo, la destrucción por ataques aéreos israelíes de paneles solares e infraestructura que proporciona energía a la planta central de tratamiento de aguas residuales en el sector, financiada por la Unión Europea y que abastece a un millón de personas.
Como parte de otro ataque, el ejército israelí comenzó a bombear agua de mar al complejo de túneles de las Brigadas Al-Qassam, el ala militar del movimiento de Resistencia palestina Hamas, en un intento de destruirlos.
Este acto pondría en riesgo “las condiciones básicas de vida en Gaza”, y constituye “un elemento del crimen de genocidio”, confirmó al periódico un importante hidrólogo en diciembre pasado.