Cancilleres del ALBA–TCP denuncian injerencismo de Estados Unidos
Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia exigieron el fin de las medida coercitivas y unilaterales por parte del gobierno de los Estados Unidos contra las naciones latinoamericanas.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Cuba, Venezuela y Nicaragua denunciaron este jueves la injerencia extranjera de los Estados Unidos en los asuntos internos de otros países, durante la XXIV Reunión del Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA – TCP).
De acuerdo con el canciler cubano, Bruno Rodríguez, las oligarquías regionales acuden a políticas aparentemente desterradas como los golpes de Estado con la connivencia del gobierno de Estados Unidos.
En ese sentido, puso de ejemplo el golpe de Estado contra Bolivia en 2019 y mencionó las denuncias hechas en tal sentido por los gobiernos de Honduras y Colombia.
Rodríguez denunció los ataques con marcada beligerancia contra uno de los países fundadores de esta alianza, Venezuela, enfrentada nuevamente el arsenal económico, político y mediático del imperialismo y el extremismo de derecha dirigido a dinamitar su proceso soberano de desarrollo económico, social y cultural.
También rechazó las injustas medidas unilaterales y de feroces campañas injerencistas por parte del gobierno de los Estados Unidos contra Nicaragua.
Asimismo, manifestó cómo Cuba sufre la más brutal, prolongada e intensa agresión contra su economía y su pueblo, y el gobierno de Estados Unidos la mantiene en la arbitraria y unilateral lista de estados presuntas patrocinadores del terrorismo.
El titular cubano denunció el genocidio contra el pueblo palestino y demandó una amplia, justa y duradera solución al conflicto árabe-israelí sobre la base de la creación de dos Estados, el cual permita al pueblo palestino ejercer su derecho inalienable a la libre determinación y a disponer de un Estado independiente y soberano dentro de las fronteras anteriores a 1967 con Jerusalén Oriental como su capital y con la garantía de retorno de los refugiados.
Por su parte, el homólogo de Nicaragua, Valdrack Jaentschke, destacó el enfrentamiento del pueblo de Venezuela a todas las agresiones y desestabilizaciones de los imperialistas.
Según Jaentschke, la humanidad el surgimiento de un nuevo orden mundial más justo, colectivo, solidario y multipolar, sin hegemonías.
Los fusiles y cañoneras del pasado, hoy renacen en nuevas formas de agresiones eufemísticamente denominadas sanciones, son las mismas intervenciones militares y las mismas injerencias perpetradas por el imperio yanqui en el siglo XIX y XX, señaló.
A su vez, la canciller de Bolivia, Celinda Sosa, advirtió de los poderes hegemónicos e imperialistas y sus permanentes amenazas a la unidad de la alianza latinoamericana.
En ese sentido, exhortó a continuar por el caminoo del compromiso con la defensa de la soberanía y de la no intervención en nuestros asuntos internos.
Sosa condenó el bloqueo impuesto a Cuba por parte de la Casa Blanca y exigió la exclusión de la isla de la lista de supuestos países patrocinadores del terrorismo, injusta medida que afecta su economía e impide el desarrollo pleno de los cubanos.
La ministra demandó un cese inmediato de las medidas coercitivas impuestas a Nicaragua y Venezuela, y del genocidio de" Israel" contra el pueblo de Palestina.
Conforme al canciller de Venezuela, Yván Gil, ALBA-TCP es la vanguardia moral y espiritual de los pueblos de América Latina y el Caribe, y resurge en estos momentos como alternativa al fascismo, el odio y la destrucción imperialista.
La alianza, próxima a su aniversario 20, surgió en resistencia al neoliberalismo y las agresiones contra los pueblos latinoamericanos, recordó.
En su opinión, América Latina es escenario de la disputa entre dos proyectos: uno emancipatorio, de independencia y felicidad compartida, y otro colonial, de opresión neofascista, promovido por Estados Unidos.
Venezuela y todos nuestros países son epicentro de esa batalla, de ahí la agresión incesante de los imperialistas norteamericanos y sus naciones satélite, los cuales atacan nuestras instituciones, modelos políticos y economías para desestabilizarnos, dijo.
Gil denunció el resurgimiento del fascismo a nivel global y regional, como expresión auténtica del imperialismo en crisis, lo consideró una amenaza a las naciones del Sur Global y codenó el propósito imperialista de instrumentalizar la violencia supremacista para dividir, expoliar a los pueblos, y en el caso de Venezuela, Nicaragua y Cuba, destruir los logros sociales y económicos conquistados por gobiernos revolucionarios.
A nombre de los países del ALBA-TCP, Venezuela repudió el genocidio israelí en Gaza y demandó a las Naciones Unidas el cumplimiento de diversas resoluciones aprobadas por sus organismos para poner fin a la ocupación y crear un Estado palestino.