Al Mayadeen inspecciona condiciones de desplazados al norte de Líbano
Hasta el 29 de septiembre, las autoridades libanesas estimaron el desplazamiento de más de un millón de personas y la instalación de 875 centros de acogida, de los cuales más del 75 por ciento están llenos.
Las zonas bajo la agresión israelí contra Líbano fueron testigos de un desplazamiento de población en busca de lugares más seguros, donde las áreas de la gobernación del norte fueron en gran medida su destino.
Hasta el 29 de septiembre, las autoridades libanesas estimaron el movimiento de más de un millón de personas y la instalación de 875 centros de acogida, de los cuales más del 75 por cientpo están llenos.
La gobernación de Akkar es considerada uno de los territorios con más desplazados, seguida de la ciudad de Trípoli, los distritos de Dinniyeh-Minnieh, luego Zgharta, Koura y Batroun.
Gobernación de Akkar: Las capacidades del estado son mínimas
La región acogió a decenas de miles de personas, algunas de las cuales fueron alojadas en hogares independientes, otros en alquiler y una gran parte instalados en centros de acogida. No obstane, Akkar sufre por la falta de disponibilidad de nuevos lugares.
Muchas personas huyeron bajo los bombardeos porque no tuvieron tiempo suficiente para abastecerse de suministros, enfrentaron a la escasez de sus necesidades básicas, incluso si encontraron hogares o centros de acogida donde las agencias pertinentes no habían preparado sus condiciones.
El gobernador de Akkar, Imad Labaki, explicó a Al Mayadeen la realidad de la situación de los desplazados en su gobernación, cuyó número alcanzó aproximadamente 42 mil personas, distribuidas en todas las regiones y ciudades.
Hasta el momento, hay 62 centros de refugio como escuelas oficiales asignadas por el Estado, pero aumentarán a 78 si la guerra continú
Según Labaki, el 80 por ciento de los expatriados están viviendas, algunas de ellas alquiladas.
Las capacidades del Estado son débiles y los suministros están retrasados, en especial los primarios, como colchones y mantas. Las autoridades cubrieron cinco mil colchones.
Asimismo, la ayuda estatal podría llegar en breve. Una sala de operaciones organizada recopila información sobre los desplazados, su paradero y sus necesidades. Además, mantiene coordinación con la Cruz Roja, Asuntos Sociales. El Ministerio de Salud y los municipios tienen un papel a pesar de sus débiles capacidades.
Aun así, las capacidades aún son muy débiles en comparación con el desafío a enfrentar, señaló.
Coordinador General de Gestión de Desastres: Atendemos necesidades básicas desde el primer día
En las ciudades, el proceso de ayuda es más complejo y difícil debido a la densidad de la población, como mostraron las operaciones de acogida en la ciudad de Trípoli, la cual acogió a decenas de miles de personas.
Conforme a la secretaria de la gobernación del Norte y coordinadora general de Gestión de Desastres, Iman Al-Rafi'i, el territorio enfrenta la presión de un gran número de desplazados y cuenta con un plan emergencia previo y utiliza los centros públicos y privados para acoger rápidamente a los desplazados.
Cada sector tomó su papel según su especialización, creó un comité de coordinación con organizaciones internacionales para cubrir las necesidades básicas desde el primer día, incluido colchones, mantas y alimentos, dijo.
La cifra de desplazados llegó a 14 mil y hubo dificultades para determinar el número de hogares a alistar.
También confirmó la escasez de suministros y la imposibilidad de brindar asistencia en los hogares.
El número real estimado es de 55 mil personas ubicadas en todos los centros y hogares.
Al respecto, los funcionarios iniciaron la cooperación y coordinación con organizaciones de la sociedad civil para dar seguimiento a los asuntos.
Por otro lado, fueron establecidos 128 centros de refugio en la gobernación del Norte, incluidas seis mil 300 personas en la ciudad de Trípoli, dos mil 400 en Dinniyeh-Minnieh, tres mil en Zgharta, mil 600 personas en Koura y mil en Batroun, según Al-Rafi' i.
El sector comunitario
El sector comunitario es obstinado en su contribución para enfrentar la crisis de desplazamiento, y sus capacidades parecen débiles en comparación con las proporcionadas por las asociaciones no gubernamentales para los movimientos callejeros después del 17 de octubre de 2019, y aunque estas organizaciones están casi ausentes, las locales tomaron la iniciativa de ayudar, entre ellos el Congreso Popular y los Boy Scouts Al-Ghad, la Unión Árabe de Mujeres Especializadas.
Con ellos participa movimiento civil, en representación de 33 entidades de diversas partes del norte, según indicó el presidente Raed Al-Khatib, quien trabaja en Trípoli, donde el porcentaje de desplazados es mayor.
Durante el primer período fueron distribuidos materiales de higiene y tiendas de campaña, y luego entregaron mantas y almohadas.
En la actualidad buscan un área de coordinación con las autoridades oficiales.
A criterio de Al-Khatib, el Estado puede ayudar en el control de los precios y proponer al Ministerio de Economía emitir tarjetas de alimentación especiales para los desplazados y tipo de bienes subsidiados, así como la cantidad y el número de veces permitidas por mes.
La sociedad civil del norte mostró notable solidaridad y simpatía con los desplazados en todas sus capacidades, pero en relación con los municipios aún son modestas por sus débiles capacidades financieras.
A su vez, las iniciativas individuales y las relaciones personales juegan un papel importante en las labores de socorro para conseguir colchones, fundas y almohadas de donantes, distribuidos a muchos de los necesitados, además de ropa para los niños y víveres, gran parte proviniente de las casas de los voluntarios y de sus familias solidarias.