Italia enfrenta un escándalo de espionaje con implicación del Mossad
Italia se enfrenta a un escándalo de espionaje después de que una empresa de investigación privada revelara el robo de datos sensibles de políticos, mientras que se sospecha que el Mossad israelí está involucrado.
Una empresa de investigación privada con sede en Milán afirmó haber obtenido datos sensibles de varias figuras políticas de Italia y, según las informaciones, el Mossad israelí participó en el caso de espionaje.
De acuerdo con un informe del sitio web Telgrafitti, las autoridades italianas sospechan que la empresa formada por miembros actuales y anteriores de los servicios de seguridad del país robaron los datos para chantajear a los políticos, entre ellos la primera ministra Giorgia Meloni.
La “conspiración de alto nivel” implicó, además, a miembros de la Mafia y servicios de inteligencia extranjeros, incluido el Mossad.
El principal sospechoso de la investigación, según la página web, es un exalto rango policial a cargo de la empresa privada de inteligencia comercial "Equalize".
Dicho oficial también está “acusado de piratear los servidores de los ministerios gubernamentales y de la policía entre 2019 y 2024” para vender luego los archivos con datos confidenciales.
Por su parte, los medios de comunicación italianos dijeron que uno de los individuos arrestados en el caso, Nunzio Samuele Calamucci, poseía 15 terabytes de datos, el equivalente a 800 mil archivos, y fue registrado discutiendo posibles acuerdos en grabaciones de escuchas.
Los datos obtenidos estaban destinados supuestamente a “ser utilizados para influir en la dinámica empresarial y las acciones públicas o venderse a agencias de inteligencia con fines de lucro”.
Según el medio, la investigación reveló que los datos incluyeron información sensible sobre las principales empresas italianas como la compañía energética Eni, Mediolanum Bank y Barilla, además, detalles sobre reconocidas figuras como el atleta olímpico Marcel Jacobs.
Giorgia Meloni describió el caso como una “amenaza a la democracia”. Por temor a “la posibilidad de piratear secretos de Estado”, el ministro de Defensa, Guido Crosetto, pidió una investigación parlamentaria urgente y afirmó que “la información privada revelada era la punta del iceberg”.