Netanyahu demora canje de prisioneros y busca permanecer en Gaza
El primer ministro israelí asiste a dos sesiones de la Knesset e informa su visión para el futuro de la situación en Gaza, con el reemplazo de la autoridad de Hamas en el control de la Franja por parte de "Israel", y la promesa del pronto retorno de los prisioneros, aunque no tenga fe en ello ni sea su prioridad.
Gaza en el día después de la guerra y el destino de los prisioneros israelíes resultaron los temas dominantes este lunes en las sesiones públicas y privadas de la Knesset (Parlamento), desarrolladas con la participación del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
En ambas sesiones, el jefe de gobienro esbozó su visión para el futuro del enclave palestino, lo cual incluye el reemplazo de la autoridad de Hamas y el control total de la Franja por parte de "Israel".
Además, expresó su creencia en un pronto regreso de los prisioneros, en poder de la Resistencia palestina por 410 días.
Estas promesas fueron precedidas por un destacado movimiento de líderes de las instituciones militares y de seguridad, para pedir al gobierno mayor flexibilidad con respecto a la permanencia del ejército en Gaza y el fin de la guerra, si de verdad quiere llegar a un acuerdo y liberar a los prisioneros de la “situación difícil y peligrosa que viven en Gaza”.
Durante la sesión pública, Netanyahu confirmó su plan para reemplazar la autoridad de Hamas y eliminar sus capacidades gubernamentales, incluida la de distribuir ayuda humanitaria.
Ya a puertas cerradas con el Comité de Asuntos Exteriores y Seguridad, abordó el asunto de los prisioneros, e insistió en que si bien el ejército atacó militarmente a Hamas, aun no golpearon lo suficiente sus capacidades gubernamentales.
Desde su perspectiva, Hamas quiere un acuerdo para poner fin a la guerra y lograr la retirada del ejército israelí, y así regresar al poder; pero Netanyahu no está preparado para aceptar algo así “de ninguna manera”, porque su sueño es lograr el control absoluto sobre Gaza, aún después de la guerra.
Según fuentes israelíes, en discusiones recientes en el gabinete el premier se mostró pesimista sobre el intento de intercambio de los secuestrados, "a la luz de la demanda de Hamas de poner fin a la guerra”.
Por su parte, el titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, criticó la negativa del ejército de ocupación a asumir la responsabilidad de distribuir ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.
A diferencia del énfasis de Netanyahu y Smotrich en eliminar a Hamas, el ministro de Defensa (Guerra), Israel Katz, ratificó este domingo el regreso de los prisioneros y desaparecidos como "el objetivo moral más importante entre las prioridades de la guerra”, y se comprometió a trabajar con el ejército y el servicio de seguridad para devolverlos.
En una posición de apoyo a las tendencias de Netanyahu, el exjefe de la Autoridad de Seguridad Nacional, Yaakov Amidror, consideró la conclusión de un acuerdo para recuperar a los detenidos un paso favorable a Hamas, y por tanto no se puede implementar”.
Por tal razón, se mostró favorable a la presencia militar en la Franja de Gaza hasta el final de la guerra.
La palabrería de Netanyahu sobre el control de la Franja fue precedida por la intervención de uno de los oficiales responsables de operar en el enclave, para quien el ejército no debería retirarse antes de 2026.
Otros informes israelíes apuntaron cómo el ejército invasor amplia carreteras en el enclave palestino, construye grandes sitios y establece nueva infraestructura a largo plazo en varias áreas, claro indicio de su disposición a permanecer al menos hasta finales de 2025.
"Los trabajos avanzan a toda velocidad. Lo que hace unos meses era un terraplén de tierra sobre las ruinas de edificios destruidos, ahora se ha convertido en una obra muy activa", revelaron los informes.
De acuerdo con otros reportes, se espera que "Israel" continúe luchando en la Franja de Gaza durante un año para erradicar la infraestructura y los combatientes de Hamas, en ausencia de una alternativa política a su débil control sobre dos millones de habitantes de Gaza.
Sin embargo, muchos informes resaltan cómo los cabecillas del sistema militar y de seguridad son partidarios de concluir rápido un acuerdo y recuperar a los prisioneros.
Entre ellos se cuenta el jefe de Estado Mayor, Herzi Halevy; el director del Shin Bet, Ronen Bar; y el titular del Mossad, David Barnea.
Como representante del ejército en la delegación israelí en las negociaciones, Nitzan Alon aconsejó ser más flexibles en las posiciones respecto a la retirada de Gaza y el cese de la guerra, lo cual Netanyahu rechaza hasta ahora, negado a salir del estancamiento.
Para valorar la cuestión de los prisioneros, este domingo se celebró una sesión especial con Netanyahu, en la cual se presentaron “materiales sensibles, aún no publicados”, síntoma de un panorama muy inquietante para los retenidos en Gaza.
A través de estas sesiones, los jefes militares y de seguridad pretenden dejar claro a Netanyahu que con esa falta de flexibilidad no se llegará a un acuerdo, y esto equivale a abandonar a los prisioneros.
En cambio, hacen presión para llegar a un acuerdo, incluso si esto tiene un precio: poner fin a los combates, como establecen las condiciones y principios reiterados de Hamas.
Varias fuentes israelíes coincidieron en que el mensaje estricto de Hamas durante las negociaciones, “incluso en la era post-Yahya Sinwar", es la necesidad de poner fin a la guerra y retirar completamente al ejército.
Si no ceden ante esos requisitos, no hay forma de traer a casa a los prisioneros, y ese camino significa un callejón sin salida y el abandono de esas 51 personas (de 101 iniciales), insistieron las fuentes.