Ucrania perdió el control de más del 40 por ciento del territorio de la región rusa de Kursk, de la cual se apoderó en una repentina incursión en agosto pasado, informó Reuters.

Según reveló su fuente, vinculada al Estado Mayor ucraniano, el ejército de Kiev logró asentarse como máximo en unos mil 376 kilómetros cuadrados, pero esa zona es cada vez más pequeña, mientras Rusia aumenta sus contraataques.

El área actual estimada es de unos 800 kilómetros cuadrados, y será mantenida mientras sea "militarmente apropiado”, añadió.

Por otro lado, las fuerzas rusas avanzan firmemente hacia Kurakhov, en la región de Donetsk, la más amenazante para la parte ucraniana, porque ese operativo ha sido rápido y ya lograron penetrar algunas áreas con vehículos blindados, apoyados por defensas anti-drones.

Esta ciudad constituye la piedra angular del vital centro logístico de Pokrovsk, en la región de Donetsk.

Hace unos días, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, reconoció la difícil situación actual en el este, y los avances de su rival ruso.

Además, expresó su deseo de hacer todo lo que esté al alcance de su país para garantizar el fin de la guerra con Rusia durante el próximo año a través de medios diplomáticos.

Por su parte Rusia reitera de forma periódica que está abierta a negociaciones de paz.

El pasado viernes, el presidente Vladimir Putin mantuvo una llamada telefónica con el canciller alemán, Olaf Scholz, por primera vez en casi dos años, durante la cual discutieron la cuestión de la negociación con Kiev y otros temas.