Los asesores del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, propusieron planes de paz para la guerra de Ucrania que podrían implicar importantes concesiones territoriales a Rusia, lo cual indica un cambio dramático en la política de Washington.

Según entrevistas y declaraciones analizadas por la agencia Reuters, las propuestas sugieren suspender las aspiraciones de Ucrania a entrar a la OTAN y aprovechar la ayuda militar estadounidense para obligar a ambas partes a negociar.

Una de las figuras clave en la elaboración de estas propuestas es el teniente general retirado Keith Kellog, enviado entrante de Trump para Rusia y Ucrania.

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El plan de Kellogg, del cual fue coautor con Fred Fleitz, recomienda congelar las actuales líneas de batalla y vincular la ayuda militar estadounidense a la voluntad de Ucrania de negociar.

También propone mayores garantías de seguridad estadounidenses para Ucrania si se llega a un acuerdo de paz.

Otros asesores, como el vicepresidente electo, JD Vance, y el exjefe interino de inteligencia, Richard Grenell, plantearon enfoques alternativos, incluidas zonas desmilitarizadas y la creación de "regiones autónomas" en el este de Ucrania.

Todos los planes parecen dar prioridad a detener las ambiciones de Ucrania de ser miembro de la OTAN, una exigencia clave del presidente ruso Vladimir Putin.

Además preven ceder territorios a Rusia, que ya controla Crimea, anexada en 2014, así como porciones significativas del este y sur de Ucrania, incluido el 80 por ciento del Donbass y más del 70 por ciento de Zaporizhzhia y Kherson.