El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, pidió disculpas “por la ansiedad y las molestias causadas al pueblo al declarar la ley marcial en el país, y prometió este sábado no repetir esa medida.

De acuerdo con la agencia oficial de noticias Yonhap, Sook se comprometió a no evadir la cuestión de la responsabilidad legal y política generada por esa medida.

"Nunca habrá una segunda ley marcial. Dejaré la cuestión de mi mandato a nuestro partido por el bien de la estabilidad política futura. En el futuro, nuestro partido y el gobierno asumirán conjuntamente la responsabilidad de gestionar los asuntos estatales", añadió.

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Yonhap citó al líder del partido gobernante, Han Dong-hoon, para quien la pronta retirada del presidente es inevitable, al no estar en condiciones de desempeñar sus funciones, y es preciso tomar en cuenta el bienestar del pueblo.

Este viernes, Dong-hoon pidió la suspensión inmediata de las funciones del presidente, una medida considerada como apoyo a la propuesta y un claro retroceso de su posición anterior.

La Asamblea Nacional votará en sesión plenaria la propuesta de destitución, debido a su repentina declaración de la ley marcial y posterior levantamiento por ceder a las presiones populares y parlamentarias.

Seis partidos de oposición en Corea del Sur, incluido el principal Partido Democrático Unido, presentaron un proyecto de ley al Parlamento para destituir al presidente.

A la par, altos colaboradores de la oficina presidencial presentaron dimisiones masivas, debido a la declaración de la ley marcial.