Los temores sobre el futuro del nuevo gobierno en Siria
De acuerdo con el sitio web de noticias, Bloomberg, la organización radical Hay'at Tahrir al-Sham está en el centro de las transformaciones sirias.
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Euforia entre los grupos opositores en Damasco tras el derrocamiento del gobierno de Bassar Al Assad.
Dentro y fuera de Siria crecen las preocupaciones sobre el papel fundamental que jugó el grupo radical Hay'at Tahrir al-Sham en el derrocamiento del gobierno de Bassar Al-Assad y sus próximas decisiones al frente del poder, destacó el periódico estadounidense Bloomberg.
El nuevo gobierno interino permanecerá en el cargo hasta el 1 de marzo de 2025 y se valora su gestión en Siria y garantías la estabilidad política, añadió la publicación.
Su líder, Abu Muhammad al-Julani, afirmó el miércoles último desde la mezquita Imam al-Shafi'i donde predicaba hace veinte años que “con esta guerra relámpago, y alabado sea Dios Todopoderoso, salvamos a Siria y a toda la región de una amenaza existencial para muchos componentes del pueblo”.
Al respecto Bloomberg resaltó las profundas divisiones religiosas de la población de la nación levantina, de aproximadamente 24 millones de personas. De ese total, alrededor de 70 por ciento son musulmanes suníes y el resto es una mezcla de otras religiones, incluido el cristianismo, recordó.
Igualmente señaló que las principales figuras del Comité de Transición iniciaron una campaña de comunicación en la capital y otras ciudades importantes, y mantuvieron reuniones con líderes comunitarios, incluidos miembros de grupos no musulmanes.
Además, la organización armada emitió una declaración donde prohíbe a sus combatientes interferir en las libertades personales, especialmente para las mujeres.
Bloomberg resaltó el testimonio del padre Arsanios Lahham, quien tras una reunión con los líderes de Hay'at Tahrir al-Sham en la ciudad costera occidental de Tartous, afirmó que “no hay razón para tener miedo".
En una entrevista con CNN la semana pasada, Al-Julani no descartó la introducción del gobierno islámico en Siria y justificó quien le teme a ese tipo de administración religiosa solo conoce su implementación incorrecta o no lo entiende adecuadamente.
Respecto al futuro de las minorías en Siria, Al-Julani reconoció que existen desde hace cientos de años y nadie tiene derecho a eliminarlas.
Sobre la posición del nuevo presidente interino, el asesor de seguridad nacional de Donald Trump, Mike Waltz, confirmó que Estados Unidos no llegó aún a una decisión con respecto a Hay'at Tahrir al-Sham y Al-Julani.
Al respecto, consideró una buena señal el hecho de que “no van a cortar las cabezas a ex funcionarios de Al-Assad o colgarlos en puentes, en cambio, se sientan a dialogar”, afirmó.
En tanto, la administración Biden adoptó una posición neutral cuando el secretario de Estado, Anthony Blinken, dijo que Washington puede reconocer un nuevo gobierno sirio que “respete a las minorías y destruya reservas de sustancias químicas y armas biológicas”, valoró Bloomberg.
También, el Departamento de Estado pretende eliminar al grupo Hay’at Tahrir al-Sham de la lista de organizaciones terroristas, aunque esa clasificación no impide que los funcionarios estadounidenses hablen con los líderes del grupo, afirmaron.
