Presidenta de México ratificó su compromiso con el pueblo
Tras los primeros cien días de su gobierno, Claudia Sheinbaum prometió no traicionar nunca al pueblo mexicano, y no regresar al modelo neoliberal, con su régimen de corrupción, privilegios y decadencia.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ratificó la voluntad de su gobierno de avanzar en la transformación de la vida pública de la nación centroamericana, en la línea iniciada por su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, en 2018.
Sheinbaum prometió además no traicionar nunca al pueblo mexicano, y no regresar al modelo neoliberal, con su régimen de corrupción, privilegios y decadencia, relató la agencia Prensa Latina.
En acto multitudinario desarrollado en el Zócalo de la capital mexicana, la dignataria presentó este domingo su informe por los primeros 100 días de gobierno, y reafirmó la inspiración del Humanismo mexicano, cuya máxima es Por el bien de todos, primero los pobres.
También hizo hincapié en su apego a la ética, la historia y los principios, junto con el rechazo a la corrupción y la hipocresía de quienes quedaron anclados a otros tiempos .
Al hacer un recuento de este periodo, la primera mujer presidenta en México mencionó los 32 mil 449 kilómetros recorridos por tierra y aire para definir, de conjunto con las administraciones de las entidades federativas, los próximos proyectos estratégicos.
En consonancia con el proceso de cambio nacional, nombrado Cuarta Transformación por López Obrador, quien colocó sus cimientos, toca al nuevo gobierno "consolidar, sumar y avanzar con el segundo piso de esa obra", enfatizó.
Sheinbaum reivindicó la capacidad de las mujeres de poner su inteligencia, capacidad e iniciativas en función de la nación y su gobierno.
"Así como llevamos un hogar, así como somos madres y abuelas, también tenemos la fuerza, la entereza, el temple y la capacidad para ser bomberas, ingenieras, astronautas, doctoras, abogadas y comandantas supremas de las fuerzas armadas”, enfatizó.
A su juicio, la discriminación, el racismo, el clasismo y el machismo son vestigios del pasado y México puede cambiarlos, para su bien, en estos tiempos, que calificó de extraordinarios.
Según las agencias encuestadoras más reconocidas, la mandataria mexicana ostentaba el pasado miércoles una alta tasa de aprobación ciudadana, situada entre el 77 y el 80 por ciento.