Mexico prepara albergues para migrantes en la frontera con EE. UU.
El gobierno indicó construir nueve refugios en ciudades fronterizas para recibir a los deportados por orden del presidente Donald Trump.
El gobierno de México ordenó levantar enormes tiendas de campaña en la frontera con Estados Unidos, a la espera de los miles de deportados que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió sacar de su país.
La instalación de estructuras metálicas fue ubicada en la campiña de Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, en un terreno baldío cerca de la frontera con la ciudad estadounidense de El Paso, en Texas.
Según detalló un funcionario estatal, Enrique Serrano, las tiendas para los mexicanos devueltos son sólo la fase inicial de una operación mayor en potencia, si el número de migrantes en la frontera continúa en aumento.
También propuso transportar a los inmigrantes de otros países expulsados de Estados Unidos a la Ciudad de México, o a las regiones del sur, como se realizó con anterioridad.
A su vez, en la ciudad mexicana de Nogales (frente al Nogales de Arizona, en EE. UU.), construirán refugios en canchas de fútbol y en un gimnasio.
Las ciudades fronterizas de Matamoros y Piedras Negras también realizan esfuerzos similares, aunque acelerar las deportaciones -como ha prometido Trump- enfrenta desafíos logísticos y financieros.
En general, el gobierno mexicano construye nueve refugios en las ciudades fronterizas para comenzar a resolver la situación esperable.
De igual modo, los albergues ya existentes en Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros también se utilizarán para albergar a los migrantes cuyas citas de asilo de los Estados Unidos fueron canceladas el día de la inauguración.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, enfatizó el compromiso de brindar ayuda humanitaria a migrantes de otros países cuyas solicitudes de asilo fueron canceladas, así como a aquellos atrapados de su lado de la frontera bajo la reinstaurada política “Permanecer en México”.
Trump promertió cambiar de modo radical las políticas fronterizas y de inmigración, así como el programa conocido como CBP One, el cual permitía a los solicitantes de asilo programar citas en sus teléfonos antes de llegar a la frontera y lograba un orden en el proceso.