Siria exige compensaciones a Rusia y duda de su permanencia en el país
La nueva administración siria aseguró al enviado especial del presidente ruso para Oriente Medio y África, que restablecer relaciones requería "abordar los errores del pasado".
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El enviado especial del presidente ruso para Oriente Medio y África, Mijail Bogdanov, durante su encuentro con el jefe de la nueva administración siria, Ahmed Al-Sharaa (Al-Golani). Foto: SANA.
El nuevo gobierno de Siria presionó a Rusia para obtener compensaciones e insistió en que restablecer relaciones requería abordar los errores del pasado.
Durante la primera reunión con el enviado especial del presidente Vladimir Putin para Medio Oriente y África, Mijaíl Bogdánov, la recién instalada administración levantina subrayó la necesidad de que Moscú reconstruya la confianza con el pueblo sirio mediante medidas concretas, como indemnizaciones, reconstrucción y recuperación.
Según la agencia Bloomberg, las discusiones giraron en torno a temas clave como el respeto a la soberanía e integridad territorial de Siria y la parte rusa reiteró su apoyo a los cambios positivos en el país.
Además, debatieron mecanismos de justicia transicional para garantizar la rendición de cuentas y la reparación a las víctimas del conflicto.
El comunicado sirio no especificó la naturaleza de las compensaciones solicitadas a Moscú.
Por su parte, Bogdánov calificó las conversaciones como "constructivas", aunque reconoció la complejidad de la situación, de acuerdo con la agencia rusa Interfax.
Las partes mencionaron además las dos bases militares clave que Rusia busca conservar en Siria. Al respecto, Bogdánov admitió que no hubo avances y "serán necesarias más negociaciones", agregó el servicio de noticias TASS.
Bloomberg indicó que las expectativas del Kremlin de mantener sus bases en la nación levantina se desvanecen con el estancamiento de las negociaciones.
Un funcionario citado por el medio de comunicación afirmó que Moscú enfrenta dificultades para retener sus instalaciones en el país, las cuales le permiten proyectar influencia en Oriente Medio y África.
Las actividades en la base aérea de Hmeimim están reducidas, mientras que dos barcos de transporte rusos debieron esperar semanas antes de recibir autorización para atracar en la instalación naval de Tartus y descargar equipo militar.
La visita de Bogdánov a Damasco, la primera de una delegación rusa tras el cambio de poder, tenía como objetivo reforzar las relaciones bilaterales bajo el principio de intereses mutuos.
Sin embargo, la administración siria rescindió un contrato con una empresa rusa que operaba el puerto de Tartus y anunció que los ingresos portuarios pasarán ahora a las arcas estatales, en lugar de destinarse en un 65 por ciento a la compañía eslava, como ocurría previamente.
Tartus es el único puerto ruso en el mediterráneo, y la base de Hmeimim constituye un eje logístico clave para las operaciones de Moscú en varias regiones de África.