El grupo rebelde 23 de marzo (M23), apoyado por Ruanda, proclamó el jueves el control de Goma, la mayor ciudad del este de la República Democrática del Congo (RDC).

De acuerdo con la agencia Reuters, el líder de la rebelde Alianza del Río Congo, Cornel Nanga, pidió a todos los residentes de la ciudad volver a normalidad, comprometiéndose a "reanudar las actividades escolares y académicas y el suministro de agua". 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó dos mil 029 personas heridas en instalaciones sanitarias y otros puntos de atención y 45 muertes en tres zonas sanitarias de la provincia Kivu Norte.

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A través de un comunicado, la institución advirtió que "los desplazamientos aumentaron el riesgo de propagación de enfermedades, como la malaria, el cólera y el sarampión".

Según fuentes locales, el M23 realizó nuevos avances en el este del país y tomó el control de dos ciudades de la provincia de Kivu del Sur, tras ejercer su dominio en la mayor parte de la ciudad de Goma.

El presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, denunció lo que calificó de "inacción" de la comunidad internacional ante la toma del control de zonas de su país por combatientes apoyados por Ruanda, advirtiendo del riesgo de una "escalada regional".

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió de que "el conflicto del M23 en el este del Congo corre el riesgo de convertirse en una guerra regional más amplia" y condenó la "toma de la otra ciudad estratégica de Sake" por parte de los rebeldes.

La calma volvió a la ciudad de Goma, tras los encarnizados combates que provocaron que el movimiento armado M23 y las fuerzas ruandesas se hicieran con el control de la ciudad, el aeropuerto y lugares importantes tras entrar en ella el pasado domingo.