“Israel” prosigue su agresión contra Tulkarem, en Cisjordania
Las fuerzas agresoras realizaron operaciones de búsqueda en varios barrios, establecieron emboscadas y persiguieron a civiles y vehículos.
Por sexto día consecutivo, las fuerzas israelíes mantuvieron su ofensiva en la ciudad de Tulkarem, en la Cisjordania ocupada y su campamento de refugiados, causando graves daños a propiedades, hogares e infraestructura, además del desplazamiento forzado de decenas de familias.
Durante las últimas jornadas, patrullas israelíes recorrieron los barrios occidentales, meridionales y orientales de la ciudad, allanaron hogares, revisaron identificaciones y convirtieron varios edificios residenciales y comerciales en cuarteles militares. Además, desplegaron francotiradores en los tejados.
#Video | Por duodécimo día consecutivo, la ocupación israelí continúa sus operaciones militares y agresiones en el campamento de Yenín en la Cisjordania ocupada.
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) February 1, 2025
Además, por sexto día consecutivo, las fuerzas israelíes mantuvieron su ofensiva en la ciudad de Tulkarem y su… pic.twitter.com/eeTelcxwQd
Testigos también informaron que las fuerzas agresoras lanzaron drones de reconocimiento durante la noche en el mercado de verduras y registraron el cementerio occidental.
En varios barrios de la zona, realizaron operaciones de búsqueda, establecieron emboscadas y persiguieron a civiles y vehículos. Algunas tiendas en la parte oriental de la ciudad fueron forzadas y posteriormente allanadas.
De igual manera, mantienen el sitio a los hospitales Thabet Thabet y Al-Isra, obstaculizan el trabajo de las ambulancias y someten a los paramédicos a interrogatorios y detenciones.
En el campamento de refugiados de Tulkarem, impusieron un estricto bloqueo, desplegaron patrullas en todas las calles, colocaron francotiradores en edificios altos y obligaron a los residentes a abandonar sus hogares.
Las operaciones incluyeron la destrucción de propiedades, la demolición de viviendas y el uso de tácticas de intimidación bajo el pretexto de buscar a personas perseguidas.
Este escalamiento de las tensiones agrava las ya difíciles condiciones humanitarias en el campamento, con la destrucción de infraestructura básica, cortes de electricidad, agua, comunicaciones e internet, y una escasez de alimentos, medicinas y leche para niños.