Sindicatos, profesionales y figuras locales reunidos en la a plaza Al-Karama, en el centro de la ciudad de Sweida, protestaron contra las recientes declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sobre el sur de Siria.

Los participantes rechazaron cualquier injerencia en los asuntos internos del país y denunciaron los intentos de imponer proyectos divisionistas.

Además, subrayaron su rechazo a todos los proyectos separatistas y divisionistas y llamaron a todas las fuerzas nacionales y locales a enfrentar el proyecto israelí planteado.

Confirmaron que los hijos del “Monte Árabe” son ciudadanos sirios, dueños de su tierra e integran una parte indivisible del tejido nacional.

Destacaron que no son minorías ni necesitan protección externa, y solo aceptarán un Estado de derecho que proteja al pueblo y al territorio sirios.

Noticias Relacionadas

Irán responderá con más fuerza ante cualquier otra agresión israelí

Cancilleres de Rusia y Siria se reunirán el jueves en Moscú

También enfatizaron la importancia de extender la soberanía del Estado sobre todas las tierras sirias y defenderlas contra cualquier agresión externa.

Los asistentes pidieron adoptar todas las medidas legales ante organismos internacionales especializados frente a las declaraciones israelíes hostiles, consideradas como una violación de las normas internacionales, la Carta de las Naciones Unidas y el acuerdo de desescalada.

Paralelamente, la ciudad de Alepo vivió una concentración popular en la plaza Saadallah Al-Jabiri para rechazar las declaraciones de Netanyahu.

Este lunes, ciudadanos organización otra protesta para exigir al gobierno sirio temporal la expulsión del periodista israelí Itai Engel de Damasco, quien publicó imágenes suyas mientras preparaba un documental sobre Siria en la etapa posterior al gobierno de Bashar al-Assad.

Las convocatorias coincidieron con otras movilizaciones contra las declaraciones de Netanyahu sobre el sur del país.

Consignas difundidas en redes sociales instaron al gobierno sirio encargado de gestionar el país a prohibir la entrada de colonos o periodistas israelíes al territorio de la nación levantina.