Gaza enfrenta crisis humanitaria aguda por bloqueo israelí
El asedio israelí provocó una grave escasez de agua para uso doméstico y una crisis aún mayor debido a la falta de combustible necesario para operar pozos y plantas desalinizadoras.
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"Israel" impide ingreso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza por el cruce de Rafah.
Tras nueve días del cierre total de los cruces fronterizos y la prohibición a la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza impuesta por “Israel”, las consecuencias comenzaron a manifestarse con claridad.
Según un comunicado oficial de la oficina de información en el enclave, el bloqueo provocó una grave escasez de agua para uso doméstico y una crisis aún mayor debido a la falta de combustible necesario para operar pozos y plantas desalinizadoras.
Los alimentos básicos y los productos esenciales comenzaron a agotarse en los mercados y tiendas, mientras la mayoría de las organizaciones benéficas suspendieron sus operaciones por la falla en los suministros, lo cual dejó a miles de familias sin apoyo alimentario.
Muchos palestinos regresados a sus hogares estuvieron obligadas a usar leña en lugar de gas para cocinar y ello generó severos impactos ambientales y sanitarios.
El documento señaló el aumento de montones de basura debido a la incapacidad de los municipios para recogerla, así como la interrupción en la provisión de refugios temporales para los desplazados y el impedimento a instalar nuevos campamentos.
Por otro lado, fueron multiplicados los sufrimientos de pacientes crónicos y heridos, quienes no encuentran medicamentos ni insumos médicos para tratar sus condiciones.
“Israel” decidió matar lentamente a la población mediante un estricto asedio y los privó de los medios básicos para sobrevivir, precisó la dependencia.
También advirtió el detrimento aún mayor de la situación humanitaria, con el retorno del espectro del hambre, la falta de seguridad alimentaria y hídrica y el colapso casi total del sistema de salud.
Asimismo, responsabilizó de la situación a los líderes israelíes, en particular al primer ministro Benjamín Netanyahu, y denunció su indiferencia hacia los valores y principios humanitarios mínimos.
La declaración instó a los países árabes e islámicos a cumplir sus decisiones para romper el bloqueo sobre Gaza, presionar para abrir el paso de Rafah y garantizar la entrada de provisiones esenciales.
En medio de esta crisis, el ministro de Energía e Infraestructuras israelí, Eli Cohen, anunció suspender el suministro eléctrico a Gaza.
La decisión siguió al estancamiento de la segunda fase del acuerdo de alto al fuego debido a la negativa israelí de avanzar en su implementación.