En los próximos días quedarán agotados varios productos básicos y alimentos en la Franja de Gaza, lo cual aumentará el sufrimiento de la población y agravará la crisis humanitaria.

Según el portavoz del movimiento de resistencia palestino Hamas, Abdel Latif Al-Qanoua, los habitantes de Gaza llevan dos semanas bajo un estricto bloqueo, mientras las autoridades israelíes impiden la entrada de alimentos, medicinas, combustible y otros materiales esenciales.

Al-Qanoua condenó la nueva política de hambruna practicada por el régimen sionista e instó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades hacia Gaza y sus habitantes, quienes enfrentan hambruna durante el mes sagrado de Ramadán.

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También instó a los mediadores a presionar a “Israel” para abrir los cruces fronterizos, permitir el flujo de ayuda humanitaria y poner fin al castigo colectivo contra el pueblo palestino.

La víspera, Hamas denunció la interrupción del suministro eléctrico en Gaza, la cual dura más de 16 meses, así como el corte de la línea eléctrica destinada a alimentar la planta desalinizadora de Deir Al-Balah.

Por su parte, el director general de la de la oficina de información en Gaza, Ismail Al-Thawabteh, señaló la paralización de decenas de panaderías y el colapso del transporte público.

Tras la primera fase del alto al fuego, “Israel” cerró todos los cruces hacia Gaza, exacerbó la crítica situación humanitaria, afectó sectores clave de manera grave y violó de manera abierta las leyes internacionales.

La prohibición de importar combustible limitó la movilidad de los ciudadanos, frenó el acceso de miles de personas a hospitales, centros médicos, lugares de trabajo y servicios esenciales.