Lucha de poder en RDC amenaza las ambiciones minerales de EE. UU.
El regreso del expresidente Joseph Kabila a la República Democrática del Congo pone en riesgo las inversiones occidentales en el país, especialmente a la luz de las medidas de Estados Unidos para concluir un acuerdo con Kinshasa para asegurarse los minerales.
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Expresidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila
El regreso del expresidente Joseph Kabila a la República Democrática del Congo (RDC) hace temer una escalada de la guerra civil y podría socavar los intereses de Estados Unidos de explotar las riquezas minerales de ese país, según un informe del periódico británico The Times.
Dicho reporte indicó que Kabila, quien fue derrocado en 2019 tras sangrientas protestas, atribuyó su regresó con el objetivo de ayudar a poner fin a la guerra civil, pero varias fuentes gubernamentales cuestionaron sus motivos y vincularon sus acciones a un intento de recuperar el poder.
Kabila, de 53 años, tiene un fuerte poder en el este del país, especialmente en la ciudad de Goma, controlada por el movimiento armado 23 de marzo (M-23).
De acuerdo al informe, el exmandatario es aliado del presidente de Ruanda, Paul Kagame, a quien Kinshasa acusa de apoyar la rebelión en el este del territorio.
El reporte añadió que su regreso se produjo tras conocerse sobre su presencia en la capital de Ruanda, Kigali, lo que reforzó las sospechas sobre dicha coordinación.
"Kabila intenta repetir lo que hizo su padre Laurent Kabila, cuando derrocó al presidente Mobutu Sese Seko con la ayuda de los rebeldes en 1997", afirmó el funcionario del partido gobernante, Bernard Kapitula, quien advirtió que el exmandatario no entiende que el poder tiene un fin.
El informe confirmó que las autoridades congoleñas respondieron a estas acciones con la suspensión del partido político de Kabila, por acusaciones de colaborar con Ruanda y el movimiento M23, e inició procedimientos legales para confiscar sus activos por cargos de alta traición.
También señaló que el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, acusó a Kabila de liderar una nueva rebelión destinada a derrocar al gobierno, en un momento en que el país vive una peligrosa escalada militar.
Detalló que el regreso de Kabila pone en riesgo las inversiones occidentales en el país, especialmente a la luz de las medidas de Estados Unidos para concluir un acuerdo con Kinshasa para asegurarse los minerales.
Agregó que el fundador de la empresa de seguridad privada Blackwater, Erik Prince, lidera los esfuerzos para apoyar al gobierno congoleño en materia de seguridad a cambio de concesiones en el sector minero,.
Prince es un estrecho colaborador de Donald Trump y representa uno de los aspectos económicos y de seguridad superpuestos de la cuestión congoleña.