Venezuela denuncia extorsión a padres de niña secuestrada
El dirigente venezolano Diosdado Cabello acusó a la ultraderecha de extorsionar a padres de una niña venezolana retenida en EE. UU. y exigió respeto a los derechos humanos.
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La mafia venezolana compuesta por personajes de la derecha extremista y funcionarios migratorios de EE. UU. extorsionan a los migrantes, denunció Cabello.
Una red de ultraderecha fascista extorsiona a migrantes de Venezuela en complicidad con autoridades migratorias de Estados Unidos, denunció este viernes el ministro del Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello.
Según el titular, esa mafia exigió dinero a los padres de la niña Maikelys Espinoza Bernal, separada de manera arbitraria de su madre en suelo estadounidense.
Representantes de esa estructura, incluidos Carlos Vecchio, Juan Guaidó y Leopoldo López, lucran con la desesperación de los migrantes, actúan como coyotes políticos y utilizan amenazas para sacar provecho económico, señaló.
Durante una rueda de prensa tras recibir a 174 repatriados por el Plan Vuelta a la Patria, Cabello condenó el empeño de los grupos criminales por convertir a los venezolanos en mercancía humana.
Tres mil dólares para evitar detención: el caso Maikelys
Conforme al dirigente, a los padres de la pequeña Maikelys Espinoza Bernal, de apenas dos años, les exigieron tres mil dólares en Panamá bajo amenaza de detención migratoria.
Al llegar a Estados Unidos, los separaron y secuestraron a la menor, quien permanece retenida, aseguró.
La Federación Democrática Internacional de Mujeres solicitó su inmediata liberación de la niña, quien debe estar con su madre, residente en Venezuela.
De acuerdo con Cabello, las autoridades estadounidenses fabrican delitos para justificar abusos contra venezolanos deportados.
“No les importa el sufrimiento de las familias. Exigimos respeto a los derechos humanos”, manifestó.
Irregularidades en las deportaciones
El funcionario también criticó el manejo caótico de las deportaciones por parte del gobierno estadounidense y desorden institucional en la gestión migratoria, mientras prosiguen los casos de extorsión, separación familiar y represión.
Las denuncias de Venezuela sobre la situación de sus migrantes en Estados Unidos están enmarcadas en un escenario de tensiones crecientes.
Mientras aumentan las deportaciones y los informes sobre tratos inhumanos, organizaciones internacionales comenzaron a documentar violaciones de derechos.
El caso de Maikelys despertó indignación global, y Caracas insiste en la protección de sus ciudadanos más vulnerables.