El gobierno de Estados Unidos emitirá órdenes ejecutivas para levantar las sanciones contra Siria, tras completar los procedimientos legales requeridos y mantener un comportamiento racional y aceptable, lo cual abre una nueva etapa en las relaciones bilaterales.

Según las declaraciones del portavoz del Departamento de Estado, Michael Mitchell, al canal sirio Alikhbaria, Siria es un país clave en la región y tiene sentido iniciar un diálogo con los socios regionales para apoyar su estabilización.

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Buena impresión tras reunión con Al-Sharaa

De acuerdo con Mitchell, Estados Unidos tuvo una “buena impresión” tras el reciente encuentro entre el presidente Donald Trump y el jefe de la transición en Siria, Ahmed al-Sharaa.

La eliminación de las medidas restrictivas representa una oportunidad para consolidar la seguridad y la estabilidad en el país árabe, añadió.

El acercamiento diplomático, aún en fase preliminar, marca un giro importante en la postura de Washington hacia Damasco, blanco de sanciones bajo la Ley César, aplicada desde 2019.

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Rubio detalla proceso para levantar la Ley César

Conforme al secretario de Estado, Marco Rubio, Trump tiene la intención de emitir exenciones parciales en el marco de dicha norma.

Esas dispensas deben renovarse cada 180 días, por lo cual son explorados mecanismos legales para facilitar una eventual derogación definitiva, apuntó.

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Expectativas de normalización y reactivación económica

La agencia de noticias Reuters informó de manera previa sobre especulaciones en torno a exenciones específicas.

En su opinión, la flexibilización busca incentivar el regreso de inversiones extranjeras y allanar el camino para una eventual reconstrucción económica siria, tras más de una década de conflicto.

Las señales de Washington apuntan a una normalización paulatina, aunque condicionada a avances tangibles en materia de seguridad y cooperación con los aliados regionales, señaló.

Siria sufrió penalizaciones multilaterales desde el inicio del conflicto en 2011.

La Ley César, aprobada en 2019, impuso duras restricciones económicas a sectores estratégicos del Estado sirio, afectó la infraestructura civil, el sistema financiero y los suministros médicos.

A juicio de expertos, la administración Trump parece buscar ahora una salida diplomática, la cual le permita combinar el alivio económico con compromisos de estabilidad política y cooperación antiterrorista.