La empresa Microsoft despidió al ingeniero de software Joseph Lopez por denunciar el apoyo de la compañía al ejército israelí, mediante tecnologías de inteligencia artificial y computación en la nube durante la ofensiva contra la Franja de Gaza.

El hecho ocurrió el lunes durante la apertura del evento anual Build, según reportó Associated Press.

En los primeros minutos del discurso del CEO Satya Nadella, Lopez gritó en señal de protesta por el uso de la plataforma Azure en operaciones militares sionistas, antes de ser retirado por el equipo de seguridad.

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Luego, envió un correo colectivo a sus colegas en el cual cuestionó las declaraciones corporativas sobre el papel de Microsoft en Gaza.

Protestas internas y censura corporativa

El acto de Lopez formó parte de una serie de manifestaciones propalestinas ocurridas  durante el evento.

Al menos tres sesiones ejecutivas fueron interrumpidas por empleados y activistas, mientras grupos de manifestantes congregados fuera del recinto denunciaron el uso militar de la inteligencia artificial desarrollada por la compañía.

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Microsoft reconoció recién haber proporcionado servicios de inteligencia artificial al ejército israelí, aunque afirmó no tener pruebas de que Azure u otras tecnologías hayan sido utilizadas en ataques contra la población civil palestina.

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Según el grupo de empleados, Lopez recibió una notificación de terminación de contrato tras su protesta, aunque no logró acceder a ella debido a restricciones internas.

Además, acusaron a la empresa de bloquear correos electrónicos con palabras como “Palestina” o “Gaza”.

Antecedentes de represión laboral

Este episodio no es aislado. En abril, Microsoft despidió a las ingenieras Ibtihal Abu Saad y Vania Agrawal, tras sus protestas contra la entrega de sistemas de IA utilizados en ataques contra civiles en Gaza.

Ambos personas fueron objeto de represalias directas por ejercer la libertad de expresión en el ámbito laboral.

Grupos defensores de derechos humanos y activistas tecnológicos advirtieron de la creciente criminalización del disenso dentro de empresas vinculadas a sectores militares, y exigen transparencia sobre el uso final de las tecnologías desarrolladas.

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Desde el inicio de la ofensiva israelí sobre Gaza, múltiples organizaciones señalaron el uso de herramientas de inteligencia artificial en la planificación de ataques, selección de objetivos y vigilancia masiva.

Empresas como Microsoft, Google y Amazon fueron criticadas por su colaboración tecnológica con instituciones militares y de seguridad de “Israel”, en medio de denuncias de crímenes de guerra y violaciones al derecho internacional humanitario.