Egipto condenó enérgicamente la decisión israelí de aprobar la construcción de 22 nuevos asentamientos en la Cisjordania ocupada, calificándola de acto provocador y de flagrante violación del derecho internacional y de los derechos palestinos.

Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores consideró la medida como una flagrante violación de la legitimidad internacional, en particular de la Cuarta Convención de Ginebra y de la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

También enfatizó que la comunidad internacional, que aspira a una paz justa y duradera, rechaza categóricamente tales acciones unilaterales pues la expansión de los asentamientos representa una amenaza directa para la viabilidad de la solución de dos Estados.

Afirmó que el establecimiento de un Estado palestino independiente sobre las fronteras del 4 de junio de 1967, con Jerusalén Oriental como su capital, es un derecho inalienable del pueblo palestino y una exigencia internacional legítima e irreversible.

El gobierno de ocupación aprobó la construcción de  22 nuevos asentamientos en Cisjordania, como parte de un plan liderado por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, junto con el titular de Guerra, Ysrael Katz, para "reforzar el control" israelí en la zona.