Líderes drusos libaneses exigen al Estado sirio proteger a civiles
Jumblatt y Arslan coinciden en la urgencia de una solución a los recientes enfrentamientos en Siria.
-
El presidente del Partido Socialista Progresista del Líbano, Taymur Jumblatt, (izquierda) y el líder del Partido Democrático Libanés, Talal Arslan, (derecha).
El presidente del Partido Socialista Progresista del Líbano, Taymur Jumblatt, instó este lunes a "detener el derramamiento de sangre inmediatamente y prestar atención a la gravedad de esta sedición", en referencia a los violentos acontecimientos que sacuden la provincia siria de Sweida.
Jumblatt exhortó al Estado sirio a cumplir con su responsabilidad de proteger a todos los ciudadanos y restablecer la seguridad, sin recurrir a ilusiones de protección externa.
En ese sentido, su partido había emitido previamente un comunicado rechazando de forma categórica los llamados a la protección internacional, independientemente de su procedencia.
Por otro lado, el presidente del Partido Democrático Libanés, Talal Arslan, se pronunció en términos más críticos.
Afirmó que lo que sucede en Sweida no puede verse como un simple conflicto entre drusos y clanes locales, sino como una crisis mucho más profunda.
"La situación superó todas las expectativas, asemejándose a lo ocurrido anteriormente en algunas zonas de la costa siria", señaló Arslan, quien acuso al Estado de convertirse en parte activa del conflicto, de forma clara y pública.
A diferencia de Jumblatt, Arslan consideró urgente la intervención de grandes potencias y países árabes, especialmente los del Golfo, para frenar el deterioro de la situación.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el número de muertos por los enfrentamientos entre combatientes drusos y clanes beduinos en Sweida ya asciende a 89 personas.
La provincia de Sweida, de mayoría drusa, vive una escalada de violencia desde hace semanas. Grupos armados ilegales, tensiones intercomunitarias y desconfianza hacia el gobierno central han agravado la situación.
Las posturas divergentes entre los líderes drusos libaneses reflejan la creciente preocupación regional por el futuro de la provincia y la seguridad de su población.