"Israel" fracasa en su objetivo de desarmar a la resistencia libanesa
Desde 1978, "Tel Aviv" viola resoluciones de la ONU y lanza guerras para eliminar a Hizbullah, sin lograr debilitar su legitimidad ni su capacidad disuasoria.
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La resistencia libanesa, liderada por Hizbullah, ha enfrentado durante décadas las campañas militares y políticas de Israel sin ceder en su capacidad operativa ni en su legitimidad social.
Históricamente, "Israel" fracasó en su objetivo de desarmar a la resistencia libanesa.
Desde 1978, la entidad sionista incumple la Resolución 425 del Consejo de Seguridad de la ONU, la cual exige su retirada inmediata e incondicional del territorio libanés y el respeto a su soberanía.
En lugar de acatarla, "Tel Aviv" mantuvo una ocupación prolongada, ejecutó múltiples agresiones y buscó deslegitimar a Hizbullah, reconocido por el derecho internacional.
Lejos de comprometerse con sus obligaciones legales, "Israel" presionó al Estado libanés para desarmar a los resistentes, bajo el pretexto del fortalecimiento de la soberanía, mientras la viola con ataques e incursiones regulares.
Naim Qassem: “Israel" no verá la entrega de nuestras armashttps://t.co/jmDHTFolzQ#Hizbullah #Libano #Resistencia #IsraelGenocida pic.twitter.com/af1MDhbakF
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) July 18, 2025
Guerra de 1996: El entendimiento que legitimó la resistencia
Durante la operación Uvas de la Ira en abril de 1996, "Israel" lanzó una ofensiva masiva contra el sur de Líbano con el objetivo de eliminar a Hizbullah y forzar al gobierno libanés a ejercer control sobre la resistencia.
Sin embargo, tras 16 días de bombardeos y la masacre de más de 100 civiles refugiados en Qana, la operación concluyó con el Memorando de Abril, el cual reconoció de manera implícita el derecho de la resistencia a responder en el orden militar si "Israel" atacaba a civiles libaneses.
El resultado fortaleció políticamente a Hizbullah, el cual emergió legitimado ante la población y la región.
2006: El fracaso de una guerra planificada
La guerra de julio de 2006, desencadenada por la captura de dos soldados israelíes en la frontera, alcanzó a prolongarse durante 33 días y provocó masacres de civiles, la destrucción masiva de infraestructura y el desplazamiento de cientos de miles.
Sheikh Naim Qassem: Nadie puede someter a Hizbullah de Líbano https://t.co/147FupgdET #Libano #ResistenciaLibanesa #AltoAlFuego pic.twitter.com/1ugkskuv22
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) June 29, 2025
"Israel" declaró como objetivos: desmantelar la estructura de Hizbullah, restablecer la soberanía libanesa y aniquilar su capacidad militar.
Sin embargo, terminó con la firma de un alto al fuego bajo la Resolución 1701, la cual no solicitó el desarme de los combatientes.
Hizbullah salió reforzado en lo militar, político y simbólico, y el apoyo popular aumentó de forma notable en Líbano y el mundo árabe.
2024: Una nueva agresión con el mismo desenlace
La guerra de septiembre de 2024, ligada al conflicto en Gaza tras la operación Diluvio de Al-Aqsa, reactivó el frente norte.
"Israel" intensificó su campaña militar con bombardeos diarios y objetivos declarados: desarticular a Hizbullah y destruir sus capacidades misilísticas y presionar al Estado libanés para desarmarlo.
A pesar de los ataques, la ocupación no logró sus propósitos estratégicos. La resistencia demostró alta capacidad de adaptación, reorganización y presencia activa en el terreno, incluso tras la supuesta muerte de líderes clave.
#UltimoMinuto | Líbano
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) May 25, 2025
Discurso del Secretario General de Hizbullah, Sheikh Naim Qassem, con motivo del 25º aniversario del Día de la Resistencia y la Liberación:
- “Israel” se retiró en 1985 bajo los golpes de la Resistencia, hacia lo que entonces se llamó la franja fronteriza…
De acuerdo con el secretario general adjunto de Hizbullah, Sheikh Naim Qassem, los combatientes están preparados para futuros escenarios y reconstruyen instalaciones militares.
La resistencia como actor consolidado
Cada agresión militar de "Israel" en Líbano siempre tuvo un mismo objetivo: derrotar a Hizbullah.
No obstante, la realidad fue constante: fracaso militar israelí, fortalecimiento y mayor legitimidad de la resistencia.
La diplomacia coercitiva, las sanciones y la presión internacional tampoco lograron lo que las armas no pudieron.
Hizbullah enfrentó durante décadas las campañas militares y políticas de "Israel" sin ceder en su capacidad operativa ni en su legitimidad social.