Cientos de simpatizantes del presidente Kais Saied se concentraron este jueves por la noche frente a la sede de la Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT) en Túnez capital, exigiendo la suspensión de las actividades del sindicato.

La movilización ocurrió después de la huelga nacional de transporte de tres días que  paralizó el país la semana pasada.

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La UGTT denunció que su sede fue atacada por “bandas criminales” que habrían reclutado a menores para participar en los incidentes.

Su portavoz, Sami Tahri, acusó a las autoridades de estar detrás de la protesta y anunció que la dirección sindical se reunirá para decidir acciones futuras.

En paralelo, decenas de sindicalistas realizaron una contramanifestación en el mismo lugar, lanzando consignas contra el gobierno.