China intenta aprovechar las turbulencias políticas del presidente Donald Trump para fortalecer un frente común contra el orden mundial liderado por Estados Unidos, señaló el diario The Washington Post.

El presidente Xi Jinping recibió a un amplio grupo de dignatarios extranjeros en Tianjin para desarrollar un foro el cual le permite presentar a Beijing como socio fiable y contrapeso global en un escenario multipolar.

De acuerdo con el medio, el evento es parte de la campaña de China por consolidar su papel de liderazgo alternativo, frente a la percepción de inestabilidad de Washington.

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Modi en Beijing: un hito diplomático

La presencia del primer ministro de India, Narendra Modi, en su primera visita a China en siete años, fue resaltada como un gesto clave para recomponer vínculos.

Para el rotativo, la cita fue interpretada como una oportunidad para que Beijing y Nueva Delhi exploren puntos de cooperación pese a sus diferencias, lo cual envía una señal de autonomía frente a Estados Unidos.

Analistas: unidad por resentimiento hacia EE. UU.

Conforme a la directora del Instituto de Política Exterior de la Universidad Johns Hopkins, Carla Freeman, "los 26 países presentes están unidos por su resentimiento hacia Estados Unidos, más que por un propósito común".

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A su vez, el experto del Instituto Mercator de Estudios sobre China,  Klaus Song,  señaló las políticas imprevisibles de Trump, las cuales contribuyeron a generar una coalición de países con ideas afines contra Washington.

Si bien los analistas no pronostican resultados inmediatos tras la reunión de Tianjin, la mera asistencia a la reunión asiática de varios gobiernos bajo sanciones occidentales demuestra que no están aislados.

China busca capitalizar ese escenario para reforzar su rol en un orden internacional multipolar, y propyectarse como actor central en medio de la pugna con Estados Unidos y sus aliados.