Diamantes del Congo: un negocio para financiar las guerras israelíes
"Israel" fue el mayor exportador mundial de diamantes en 2022 pese a no tener minas propias. Activistas denuncian que su riqueza procede del expolio minero en el Congo.
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Exploración y extracción de diamantes y minerales en el Congo.
Los diamantes fueron la mayor exportación del Estado de “Israel” en 2022, superando incluso a los productos tecnológicos y farmacéuticos. Un dato tan sorprendente como revelador si se considera que “Israel” no posee ni una sola mina, ni en su territorio ni en el suelo palestino ocupado.
La activista Quinndy Akeju, en un video difundido por la plataforma web Spanish Revolution, expone con precisión: “`Israel´ saquea los recursos del África central, especialmente de la República Democrática del Congo, para financiar su maquinaria militar”.
Un negocio de sangre y corrupción
En 2017, el multimillonario Dan Gertler, cercano al expresidente congoleño Joseph Kabila, fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Washington lo acusó de utilizar sus vínculos personales con el poder político para asegurarse derechos exclusivos sobre la extracción y exportación de diamantes y minerales.
Según el Tesoro estadounidense, la República Democrática del Congo perdió más de mil 360 millones de dólares por esos contratos fraudulentos.
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Sin embargo, en 2024, en plena ofensiva israelí sobre Gaza, Estados Unidos levantó las sanciones contra Gertler, cediendo a presiones de “Israel”.
Para Akeju, esta medida equivale a “financiar el genocidio por vías legales”, permitiendo que los beneficios del saqueo africano alimenten la industria bélica israelí.
Milicias, armas y diamantes de sangre
Los diamantes congoleños provienen de zonas controladas por milicias armadas como el M23, responsables de masacres y desplazamientos forzados.
Estas fuerzas, financiadas por Ruanda y toleradas por potencias occidentales, operan con armas de fabricación israelí, lo que demuestra la conexión directa entre el negocio extractivo y la violencia militar.
El Observatorio Internacional de Crisis ha advertido que la competencia por el control de las minas se ha intensificado desde 2023, mientras el comercio ilegal de minerales sirve para financiar grupos armados y operaciones encubiertas en el este del Congo.
Dubái, la lavandería del expolio
El otro vértice del triángulo es Dubái, convertido en el principal centro mundial de comercio de diamantes en bruto, con operaciones por más de 31 mil millones de dólares anuales según el Centro de Diamantes de Dubái.
Allí, los diamantes procedentes de África son importados, reetiquetados y exportados sin supervisión efectiva.
Empresas vinculadas a colonos y oligarcas israelíes utilizan Dubái para blanquear operaciones mineras ilegales, aprovechando contratos confidenciales y zonas francas con escasa regulación.
El resultado: piedras extraídas del suelo congoleño se registran como israelíes y se venden en mercados de Amberes o Nueva York.
Las ganancias, limpias en apariencia, terminan en la industria militar y tecnológica israelí, que sostiene la ocupación y destrucción de Gaza.
Colonialismo económico y genocidio compartido
El genocidio palestino y la ocupación económica del Congo son dos caras de un mismo sistema.
La violencia colonial se disfraza de inversión, la miseria se convierte en oportunidad de mercado y el sufrimiento humano se transforma en cotización bursátil.
Akeju resume el vínculo con una frase contundente: “Cada diamante congoleño vendido por ´Israel` es una bala más disparada en Gaza.”
Los expertos señalan que Estados Unidos, “Israel” y los Emiratos Árabes Unidos conforman un eje de impunidad global, que convierte el saqueo de recursos naturales en arma de guerra.
Mientras Occidente compra diamantes y calla, el expolio africano financia la destrucción de Palestina.
El genocidio no solo se ejecuta con bombas: también con contratos, sanciones levantadas y joyas vendidas.
Contexto y denuncias internacionales
Organizaciones humanitarias y redes anticoloniales han comenzado a exigir una investigación internacional sobre la ruta de los diamantes “israelíes”.
La Coalición por los Diamantes Libres de Conflicto (CFDC) y Global Witness alertan que el sistema de certificación de Kimberley no contempla los vínculos entre diamantes y financiamiento de guerras coloniales, permitiendo su lavado comercial bajo banderas “legales”.
Akeju llama a entender el vínculo Congo-Palestina como un dolor compartido: “Luchar por Palestina también es luchar por el Congo.”