La democracia en Irak es aún primitiva, advierte Mulla Bakhtiar
En diálogo con Al Mayadeen Plus, Bakhtiar reflexionó sobre el proceso democrático en Irak, los desafíos regionales, las elecciones y los momentos clave de su vida política.
-
Mulla Bakhtiar: "La democracia en Irak es aún primitiva"
El político Mulla Bakhtiar consideró que Irak atraviesa actualmente una difícil fase de transición cuyo objetivo es establecer un Estado democrático.
"Irak se encuentra ahora en una fase de construcción de la democracia, y estamos específicamente en los inicios de esta etapa", dijo en conversación con Al Mayadeen Plus.
En el contexto del programa “Irak: una opción y una decisión”, Bakhtiar señaló que este proceso es extremadamente difícil para un país que fue gobernado por un régimen fascista durante 35 años.
Al respecto, explicó que el régimen anterior estableció peligrosas instituciones militares, de seguridad y sociales profundamente arraigadas en la sociedad, lo que complica la transición democrática.
"Los regímenes fascistas y totalitarios influyen en todos los detalles de la vida, como ocurrió en Alemania, Italia y España hasta el día de hoy", sostuvo.
Irak después de la invasión de EE. UU.
Al hablar sobre Irak después de 2003, Bakhtiar dijo que "Irak superó cinco procesos electorales parlamentarios y hoy se encuentra en el umbral del sexto".
También consideró que la existencia de una prensa libre y la crítica pública son indicadores de un "despertar político".
Bakhtiar explicó que Iel país "atravesó la fase histórica, política, cultural y psicológica más peligrosa de Medio Oriente antes del estallido de la crisis siria".
Señaló que "la liberación de los regímenes fascistas y la estabilización posterior es un asunto de extrema dificultad", y consideró la experiencia de Siria como la mejor prueba de ello.
Asimismo, indicó que la fase de transición para construir la democracia requiere tiempo, como ocurrió en Europa, e insistió en que "la democracia no se construye sin una reforma integral y continua".
Democracia y reforma radical
Bakhtiar aclaró que "la reforma requerida en Irak debe ser radical: mental, económica, cultural, psicológica, de desarrollo y estructural".
"Todas estas reformas constituyen un conjunto de tareas históricas sobre cómo construir el proceso democrático", planteó.
De acuerdo a sus palabras, el país es afortunado por entrar en el proceso democrático en la era de la globalización y la velocidad.
Este panorama "ayuda a que podamos construir la democracia en menos tiempo del que necesitaron Europa o los países occidentales".
Bakhtiar subrayó que la reforma en Irak debe partir de una sólida infraestructura económica y advirtió sobre la excesiva dependencia del petróleo, instando a diversificar los ingresos del país.
Sobre la relación entre la identidad kurda y la nacional iraquí, Bakhtiar opinó que "el establecimiento de un sistema democrático es la garantía para superar los conflictos étnicos y sectarios".
"Las cuestiones nacionalistas retroceden a medida que la democracia se consolida", aseguró. Sin embargo, señaló que "la democracia en Irak todavía es primitiva, en su fase de transición".
Afirmó que el proceso de construcción de la democracia es multifacético y su consecución "requiere la liberación de la mujer, tratar la religión con una mentalidad cívica y contemporánea, en medio de un proceso de rehabilitación económica, política, social, psicológica y cultural".
Subrayó que "la aplicación de la Constitución al pie de la letra, sin seleccionar unos artículos y descuidar otros, será el paso más importante hacia la construcción de un Estado justo que acoja a todos sus ciudadanos, independientemente de su etnia o secta".
Hitos políticos en la vida de Mulla Bakhtiar
Bakhtiar reveló uno de los momentos más significativos de su trayectoria, al recordar su participación en las rondas de negociaciones celebradas en 1984 entre el régimen iraquí, la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) y el Partido Baath.
En ese contexto, se reunió con destacados dirigentes del antiguo régimen, como Saddam Hussein, Izzat al-Douri, Taha Ramadan y Tariq Aziz, bajo la presidencia del entonces líder kurdo Jalal Talabani.
Bakhtiar relató que visitó Bagdad en tres ocasiones como parte de la delegación negociadora, y destacó que esas reuniones marcaron momentos clave en su carrera política, en la que logró articular el trabajo partidista con la lucha armada y la acción institucional.
Candidatura a la presidencia y próximas elecciones
Sobre la posibilidad de presentarse a la presidencia de la República de Irak, Bakhtiar dijo: "Hasta ahora no decidí postularme e imagino que mi candidatura sería difícil".
"Las razones partidistas y políticas, la compleja situación en Bagdad y en la región, además de mis convicciones ideológicas y filosóficas, son todos factores que hacen difícil la decisión", dijo.
Indicó que "renunciar a los principios ideológicos y filosóficos sería un suicidio político". Bakhtiar insistió en que "el bien común se logra cuando se insiste en los principios, no cuando se renuncia a ellos".
Respecto a los debates en curso sobre las próximas elecciones, el político consideró que "acontecerán en la fecha prevista, a menos que ocurra un imprevisto, especialmente en los ámbitos de seguridad y militar".
"Irak enfrenta hoy problemas que incluyen sus relaciones con Estados Unidos, el futuro de las Fuerzas de Movilización Popular (Hashd al-Shaabi), la situación económica, además de sus relaciones con Irán y el destino de la región", agregó.
A su juicio, “Irak es un país geopolíticamente clave en Medio Oriente, y resulta imposible trazar el futuro de la región sin considerar su papel como Estado vital”.
Bakhtiar elogió al "primer ministro Mohammed Shia Al-Sudani por su empeño en mantener a Irak al margen de las crisis regionales durante los últimos meses".
Consideró que "la aplicación de la Constitución y la resolución de las disputas entre los partidos y componentes políticos son condiciones esenciales para la estabilidad del Estado".
Subrayó que las próximas elecciones son más importantes que todas las anteriores porque constituyen una prueba real de la conciencia política de los iraquíes.
"Contamos con estas elecciones, pues en la medida en que el iraquí cambie en sí mismo, tendremos éxito en salvar a nuestro país del torbellino político en el que seguimos atrapados hasta ahora", indicó.
Solimania, los árabes y los kurdos
Al hablar de Solimania, la describió como "una de las ciudades iraquíes y kurdas más importantes desde el punto de vista cultural, literario, cívico, político y de lucha".
"Yo soy de Khanaqin y estoy orgulloso de ello, pero Solimania es muy, muy importante y en 270 años se convirtió en una de las ciudades más relevantes", subrayó.
Continuó sonriendo: "Cuando los árabes me visitan en Solimania y se sorprenden de su desarrollo, les digo en broma: '¿Ven lo que nosotros, los 'destructores', hemos construido? Y ustedes, gente de civilización, ¿qué han hecho con Bagdad y Basora?'".
Sobre la relación entre árabes y kurdos, Bakhtiar opinó que "todavía sufre de malentendidos", y explicó que "los fundamentos de la percepción no cambiaron hasta ahora, porque la cultura democrática aún no se convirtió en una parte intrínseca de la cultura de la sociedad".
Y dijo: "Si los árabes, y no solo los iraquíes, hasta el día de hoy no consideran Granada parte de la nación islámica y árabe, ¿cómo van a tratar a Kirkuk, Khanaqin o Makhmur como parte de la unidad del Estado?".
"La transición de un Estado no democrático a uno democrático es un proceso histórico complejo y doloroso, que no se logra simplemente con declarar que el Estado es democrático", insistió.
En esa línea, Bakhtiar consideró que "quien piense que la democracia se construye solo con eslóganes, está muy equivocado".
"La democracia no solo se enseña, sino que se practica y se vive", planteó. "Su consecución requiere libertad de pensamiento, de la mujer, de la sociedad, de los partidos, de la religión y de las sectas".
Relación con Bagdad y las disputas kurdas
El intelectual dijo que "la relación entre la región del Kurdistán y el gobierno federal es compleja y necesita más tiempo para estabilizarse".
Al respecto, señaló que "un retorno a los conflictos de décadas pasadas se volvió improbable, y esto es un avance importante en sí mismo". Bakhtiar explicó que "la esencia de la crisis se debe a la ausencia de una práctica democrática en Irak".
"Las disputas entre las fuerzas gobernantes, ya sean chiíes, suníes o kurdas, además de las divergencias en la interpretación de la Constitución, son todos factores que tensan la relación entre la región y el centro", sostuvo.
También opinó que "las decisiones políticas en Irak carecen de transparencia; hay discusiones tras bastidores donde se cocinan las decisiones políticas antes de que se conviertan en una decisión política y gubernamental".
Insistió en que "esta realidad no se limita solo a Bagdad, sino que incluye también a la región del Kurdistán".
En cuanto a los intentos de asesinato, Bakhtiar reveló que "sobrevivió a ocho, siete de los cuales fueron mediante explosiones y disparos, mientras que el último fue un intento de envenenamiento".
Añadió que "estos desafíos no fueron el resultado de enemistades personales, sino de conflictos ideológicos y políticos relacionados con la defensa de los principios democráticos".
Bakhtiar dijo: "Cuando en el Kurdistán exigimos la aplicación continua de la Constitución y el desarrollo del federalismo en Irak, esto es una lucha por principios, no una enemistad".
Sobre las disputas dentro de la Unión Patriótica del Kurdistán, Bakhtiar aclaró que "el desacuerdo con Bafel Talabani no es personal, sino ideológico, partidista, cívico y ético-político".
Y añadió: "Podemos resolver cualquier disputa personal en una hora, pero el verdadero desacuerdo es sobre la forma de interpretar la realidad política en la región, en la zona y en Irak en general".
Continuó: "El desacuerdo entre la Unión Patriótica y el Partido Democrático del Kurdistán refleja una diferencia de visiones, y considero que el presidente Jalal [Talabani] fue el mejor líder en la gestión de la relación entre los dos partidos, ya que logró evitar la lucha interna".
Bakhtiar abordó la crisis en la formación del gobierno en la región del Kurdistán, y dijo: "Es lamentable que, un año después de la elección del parlamento del Kurdistán, aún no se lograra formar gobierno".
Añadió que "los dos partidos principales todavía no aprendieron de las experiencias del pasado ni tomaron las lecciones anteriores como guía para resolver las disputas entre Erbil y Solimania".
"La continuación de este bloqueo perjudica el panorama kurdo y la confianza popular en las instituciones democráticas, y confirma la necesidad urgente de una verdadera revisión política dentro de la región antes de que sea demasiado tarde", subrayó.
Elecciones decisivas
El político también manifestó que "la realidad política en la región del Kurdistán es diferente a la de Bagdad, y no se espera que las complejidades de la experiencia kurda se trasladen a la capital".
"Los partidos chiíes tienen una enorme trayectoria de lucha, sacrificio y capacidades; imagino que serán ellos quienes ganen como mayoría y formen gobierno", planteó.
Por otro lado, expresó sus temores sobre "la dificultad de formar un gobierno en la región del Kurdistán después de las elecciones iraquíes, especialmente si no se llega a un acuerdo para activar el parlamento y formar el gobierno".
En cuanto a la presidencia de la República, Bakhtiar expresó que "el cargo está vinculado al número de escaños que obtengan la Unión Patriótica del Kurdistán y el Partido Democrático del Kurdistán en el parlamento iraquí".
"Si la Unión Patriótica logra obtener el número de escaños requerido, buscará reclamar el puesto de presidente de la República, mientras que en algunos círculos políticos de Bagdad se debate una propuesta que exige que se otorgue a los suníes, lo que podría generar nuevos problemas políticos".
Añadió que "la presidencia de la República en Irak sigue siendo el cargo más importante, porque refleja la identidad del Estado federal. Nosotros somos kurdos iraquíes y, cuando es necesario, iraquíes kurdos".
Bakhtiar aseguró que "las sextas elecciones en Irak crearon un estado de conciencia democrática, y no olvidamos que Irak fue pionero en la construcción de la sociedad civil".
Señaló que "la conciencia electoral en el Kurdistán iraquí está relativamente avanzada debido a las experiencias que hemos vivido".
"Es inconcebible que la tasa de participación en las elecciones anteriores fuera de solo el 27 por ciento en Bagdad... Hay una verdadera crisis de confianza entre el ciudadano y el sistema político", lamentó.
Bakhtiar opinó que "satisfacer las esperanzas de la gente, lograr la justicia social y mejorar el nivel de vida creará un incentivo y un anhelo de participación política y de implicación en las instituciones de la sociedad civil y cultural".
"Una gran parte del destino de Irak después de las elecciones está ligada a los problemas de la región, desde Palestina y el sur del Líbano hasta Siria, Yemen y el futuro de las Fuerzas de Movilización Popular", concluyó.
Al Mayadeen Español