Soldados israelíes admiten asesinatos deliberados en Gaza
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Al Mayadeen Español
- Hoy 08:08
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Un documental sobre la guerra en Gaza expone, entre otros vejámenes, que los soldados israelíes usan de manera rutinaria a civiles como escudos humanos, contradiciendo los desmentidos oficiales.
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Fuerzas de seguridad israelíes recorren las ruinas de la ciudad de Gaza. (Foto: AP)
Soldados del "ejército" israelí relatan en un documental el uso de fuego injustificado y la designación arbitraria del "enemigo" durante la guerra en la Franja de Gaza, según detalla el periódico británico The Guardian.
Los testimonios, recogidos en el documental televisivo Rompiendo Filas: Desde dentro de la guerra de "Israel", describen un estado de caos absoluto en Gaza y un colapso de las normas y restricciones legales, con asesinatos de civiles de forma aleatoria según los caprichos de los oficiales.
"Si quieres disparar sin restricciones, puedes hacerlo", afirma Daniel, comandante de una unidad de tanques, en la cinta programada para su emisión en el Reino Unido por el canal ITV.
Varios de los soldados entrevistados solicitaron el anonimato, mientras otros hablaron abiertamente, coincidiendo todos en la desaparición del código de conducta oficial relativo a los civiles.
Los participantes confirmaron el uso rutinario de civiles como escudos humanos, contradiciendo los desmentidos oficiales.
Un soldado del “ejército” de ocupación israelí, bajo el seudónimo "Tomy", reveló a la cadena estadounidense CBS News el uso sistemático de civiles palestinos como escudos humanos durante operaciones militares en la Franja de Gaza.
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) March 27, 2025
Este testimonio, corroborado por otros… pic.twitter.com/MmNth5pVqG
Ofrecieron detalles sobre disparos injustificados de las tropas israelíes contra civiles apresurados por conseguir ayuda alimentaria en puntos de distribución establecidos por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una entidad apoyada por Estados Unidos e "Israel".
El oficial del cuerpo de blindados, capitán Yotam Vilk, alude a la directriz oficial del ejército sobre el uso de la fuerza. "En la instrucción básica todos repetíamos la frase 'medios, intención y capacidad'", un concepto inexistente en Gaza, admitió.
"El solo hecho de que un hombre de entre 20 y 40 años camine por un lugar prohibido, ya es blanco de disparos", agregó.
Otro soldado, identificado solo como Eli, confirma la dependencia entre la vida y la muerte no en los procedimientos, sino en la conciencia del comandante sobre el terreno.
En estas circunstancias, la identificación del "enemigo se vuelve arbitraria", sostiene Eli en el documental.
"Si caminan muy rápido, son sospechosos. Si caminan muy lento, son sospechosos, planean algo. Si tres hombres caminan y uno se rezaga, es una formación de infantería", explica.
Asimismo, describe un incidente donde un oficial de alto rango ordenó a un tanque demoler un edificio en una zona clasificada como segura para civiles.
"Un hombre estaba en la azotea tendiendo la ropa y el oficial decidió su condición de observador. No era un observador, estaba tendiendo la ropa, podías verlo", relata. Más adelante detalla que la persona carecía de prismáticos o armas y estaba a una distancia de más de 600 metros a la fuerza militar más cercana.
"Luego el tanque disparó un proyectil, la mitad del edificio se derrumbó y el resultado fue de muchos muertos y heridos".
Daniel, el comandante de tanques, asegura en la cinta la filtración en las filas del "ejército" del discurso sobre la inexistencia de inocentes en Gaza. "Lo oyes todo el tiempo, así empiezas a creerlo". El programa presenta además pruebas de la promoción de estas ideas por parte de algunos rabinos del ejército.
"Debemos vengarnos de todos, incluidos los civiles"
La mayor Neta Kaspin cuenta su experiencia. "Una vez, el rabino de la brigada se sentó a mi lado y pasó media hora explicándome por qué debíamos ser exactamente como ellos el 7 de octubre. Debemos vengarnos de todos, incluidos los civiles".
El rabino Abraham Zarbiv, un clérigo ultraortodoxo con más de 500 días de servicio en Gaza, declara en el programa la consideración de todo como "una enorme infraestructura terrorista".
Zarbiv no solo legitimó religiosamente la destrucción masiva, sino que condujo él mismo excavadoras militares, atribuyéndose la creación de una táctica adoptada por todo el "ejército" israelí.
"El `ejército´ sionista invierte cientos de miles de shekels para destruir la Franja de Gaza. Cambiamos el comportamiento de todo un ejército", presume.
Escudos humanos. Procolo mosquito
Los testimonios en Rompiendo Filas... confirman también los informes sobre el uso de civiles palestinos como escudos humanos, una práctica conocida informalmente como "protocolo mosquito".
Daniel explica su funcionamiento. "Envías al escudo humano bajo tierra. Mientras camina por el túnel, lo mapea por completo con un iPhone en su chaleco, enviando información de GPS".
Según él, los mandos vieron su eficacia y la práctica se extendió "a la velocidad del rayo", siendo usada por todas las compañías en una semana.
Los productores hablaron con un contratista llamado Sam, trabajador en los puntos de distribución de alimentos de la GHF, quien afirmó haber presenciado el asesinato de civiles desarmados por soldados israelíes.
Describe un incidente con dos jóvenes corriendo para conseguir ayuda. "Vi a dos soldados correr tras ellos. Se arrodillaron, dispararon dos balas y vi sus cabezas echarse hacia atrás y caer al suelo".
Narra también la destrucción por parte de un tanque de un "coche normal con cuatro personas dentro" cerca de un punto de distribución.
Según cifras de Naciones Unidas, al menos 944 civiles palestinos murieron mientras buscaban ayuda cerca de los puntos de distribución del Programa Mundial de Alimentos.
Las investigaciones internas sobre incidentes con muertes de civiles no produjeron apenas consecuencias disciplinarias o legales.
El documental muestra la presión psicológica sufrida al menos por algunos soldados. "Siento la destrucción de todo mi orgullo por ser un oficial del ejército israelí", confiesa Daniel. "No queda más que la vergüenza".
