Un grupo armado secuestró a 11 personas, entre ellas una mujer embarazada y varios niños, en la comunidad de Isaba, en el área de gobierno local de Ekiti, estado de Kwara, centro-norte de Nigeria.

El ataque ocurrió la noche del lunes, cuando alrededor de 30 hombres armados irrumpieron en la localidad y dispararon de manera indiscriminada.

Según confirmó la policía nigeriana a la agencia Anadolu, los atacantes huyeron posteriormente por senderos forestales que conectan Iroko con comunidades vecinas.

Las fuerzas de seguridad, junto con grupos de voluntarios locales, intensificaron los operativos para localizar a los responsables y rescatar a las víctimas.

El incidente se produjo apenas 24 horas después de la liberación de 38 personas secuestradas  durante una misa dominical en la Iglesia de Cristo Apóstol en Iroko, también en Kwara.

Durante ese ataque, perpetrado el jueves pasado, los bandidos asesinaron a tres personas y dejaron a otras heridas.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que podría enviar tropas a Nigeria si no se pone fin a lo que calificó como “asesinatos terroristas de cristianos”.

Asimismo, designó al país africano como “de especial preocupación” y describió la situación como una “masacre”.

Por su parte, las autoridades nigerianas rechazaron las acusaciones de genocidio contra los cristianos y reiteraron su compromiso con la libertad religiosa.