El diario israelí Maariv informó este jueves que la crisis entre el ministro de Guerra, Ysrael Katz, y el comando del ejército, encabezado por el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, continúa agravándose, en un contexto sin indicios de una pronta solución.

Según el medio, la tensión alcanzó un nivel de escalada mutua, mientras los altos mandos militares consideran que deben actuar con firmeza para evitar un nuevo escenario de combate que vuelva a sacudir a "Israel" y afecte a la propia institución castrense.

El desacuerdo salió a la luz tras el discurso pronunciado por Zamir el miércoles, durante la ceremonia en memoria de David Ben-Gurión y en el cual llamó a un “liderazgo valiente, decisivo y capaz de transformar la realidad”.

Subrayó que la esencia del liderazgo reside en “reconocer los fallos y asumir el coraje de liderar el cambio”.

Tensión creciente entre el estamento político y el de seguridad

Diversos medios israelíes señalaron que, pese al carácter formal del acto, los mensajes de Zamir estaban dirigidos de manera directa al primer ministro Benjamín Netanyahu y al titular Katz, en un momento de incremento visible de las fricciones entre las esferas política y de seguridad.

Según corresponsales militares citados por Maariv, el discurso de Zamir reavivó el debate sobre la crisis de liderazgo en "Israel", después de que el jefe del Estado Mayor planteara la necesidad de un modelo que reconozca los errores y defina con claridad el rumbo para la siguiente etapa.

El agravamiento de la crisis se produce mientras el "ejército" enfrenta una presión operativa creciente en distintos frentes, entre ellos la operación “Cinco Piedras” en el norte de Samaria, lo que intensifica el carácter del conflicto político–militar, precisó el diario. 

Katz y Zamir ya habían intercambiado críticas el lunes, luego de que el ministro ordenara reabrir la revisión externa que el "ejército" realizó sobre investigaciones internas previas relativas a los fallos frente a la resistencia palestina durante el ataque del 7 de octubre de 2023.

Asimismo, Katz decidió congelar durante 30 días los nombramientos para altos cargos dentro del "ejército", una medida que llevó a Zamir a acusarlo de “interferencia política y daño a la preparación militar”.