La policía de Túnez arrestó a la opositora Chaima Issa mientras participaba en una protesta en la capital, para cumplir su condena definitiva de 20 años de prisión, según informaron sus abogados.

El arresto se produjo un día después de que un tribunal de apelaciones impusiera penas de hasta 45 años de cárcel a líderes de la oposición, empresarios y abogados.

La causa se desarrolló bajo acusaciones de conspirar para derrocar al presidente Kais Saied, en un proceso que críticos consideran evidencia de las tendencias cada vez más  autoritarias del mandatario.

“Me arrestarán pronto”, declaró Issa a Reuters. “Les digo a los tunecinos: protesten y rechacen la tiranía y el despotismo. Estamos sacrificando nuestra libertad y pagando el precio por ustedes”.

También se espera la detención de Najib Chebbi, líder del Frente de Salvación Nacional, la mayor coalición opositora a Saied, condenado a 12 años de prisión, así como del opositor Ayachi Hammami, sentenciado a cinco años.

En total, 40 personas fueron acusadas en el caso de conspiración, considerado uno de los juicios políticos más grandes de la historia moderna de Túnez. 

Por otra parte, 20 de los acusados huyeron del país y fueron condenados en ausencia, con penas que oscilan entre los cinco y 45 años.

Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional denunciaron que estas sentencias representan una escalada en la represión contra la oposición desde que Saied asumió amplios poderes en 2021, y exigieron su anulación por considerarlas injustas y motivadas políticamente.

Actualmente, varios líderes opositores, críticos, periodistas y activistas permanecen encarcelados, mientras que las actividades de ONG independientes quedaron suspendidas en el país.