La petrolera estadounidense ExxonMobil estableció contacto con el Ministerio del Petróleo de Irak para manifestar su interés en adquirir la participación mayoritaria de la rusa Lukoil en el gigantesco campo petrolero West Qurna-2.

Un alto funcionario del sector energético iraquí, citado por Reuters, afirmó que “ExxonMobil es nuestra opción preferida para asumir el proyecto en lugar de Lukoil”, destacando que la compañía posee la capacidad y experiencia necesarias para gestionar un yacimiento de tal magnitud y complejidad.

La operación se plantea en un contexto en el que Lukoil busca desprenderse de activos internacionales tras las sanciones impuestas por Estados Unidos.

Su mayor activo en el extranjero es precisamente el 75 por ciento de participación operativa en West Qurna-2, donde declaró fuerza mayor después de que Irak suspendiera pagos en efectivo y crudo debido a las restricciones.

Por su parte, el Departamento del Tesoro estadounidense autorizó a potenciales compradores a negociar con Lukoil hasta el 13 de diciembre, aunque cualquier acuerdo requerirá aprobaciones adicionales.

ExxonMobil ya tiene antecedentes en la zona: operaba el  proyecto vecino West Qurna-1 antes de retirarse en 2024.

Durante octubre pasado, firmó un acuerdo no vinculante con Irak para desarrollar el campo de Majnoon y aumentar las exportaciones de petróleo, lo que marcó su retorno al país.

La compañía estadounidense se suma ahora a otras grandes firmas como Chevron, BP y Total Energies en la estrategia iraquí de acelerar la producción de petróleo y gas mediante condiciones más atractivas para la inversión extranjera.

West Qurna-2 es uno de los yacimientos más grandes del mundo, con una producción estimada de 470 mil barriles diarios, equivalente al 0,5 por ciento del suministro mundial y al 9 por ciento de la producción total de Irak.

Dicha nación es el segundo mayor productor de petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), sólo detrás de Arabia Saudita.