Los científicos identificaron cinco variantes biológicas distintas de la enfermedad de alzhéimer, cada una con diferentes formas de afectar el cerebro y responder al tratamiento. 

Este hallazgo quizás conduzca a terapias más personalizadas o a medidas preventivas para los diversos subtipos.

"Dados los patrones de los procesos moleculares y los perfiles de riesgo genético es probable que varíen los tratamientos”, escribió la neurocientífica Betty Tijms, del Alzheimer Center de Amsterdam.

Durante la investigación, los expertos analizaron las proteínas del líquido cefalorraquídeo de 606 personas.

Luego, utilizaron la proteómica por espectrometría de masas para analizar la misma sustancia en otras 419, y buscaron diferencias en los niveles de proteínas.

Identificaron variaciones como la hiperplasticidad, la activación inmunitaria, la desregulación del ARN, la disfunción del plexo coroideo y la alteración de la barrera hematoencefálica.

Online now! Proteomic profiling of the CSF, Tijms et al., find five molecular #Alzheimer’s disease subtypes: neuronal hyperplasticity, immune activation, RNA metabolism, choroid plexus or blood-brain barrier function. Subtypes may need tailored cures. https://t.co/iAUnFHu1eH

— Nature Aging (@NatureAging) January 15, 2024

Cada uno de ellos tenía como característica alteraciones específicas relacionadas con la inflamación y el crecimiento de las células.

Al mismo tiempo, analizaron las imágenes de un subconjunto de 503 y compararon las marcas individuales de volumen en determinadas regiones. 

Descubrieron que es muy probable que los cambios impliquen una respuesta de crecimiento celular hiperactiva, que resulta en la acumulación de amiloide.

Sin embargo, el otro tipo ocurre cuando la alteración de la barrera debilita el cerebro, y permite la infiltración de elementos dañinos.

"Los efectos secundarios derivados de también pueden depender  (...)”, advirtieron. 

Tradicionalmente, el alzhéimer es conocida como una enfermedad única con algunas modificaciones en los síntomas y la progresión.

A pesar de las numerosas investigaciones, no hay cura, y los tratamientos actuales solo ofrecen un control limitado de su expresión.