La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró la obesidad como la gran pandemia del siglo XXI, por sus afectaciones a una de cada ocho personas.

Un estudio reciente del organismo demostró que desde los años 90 del pasado siglo hasta 2022 las estadísticas aumentaron cuatro veces en todo el planeta. 

El Director de Nutrición, Francesco Branca, alertó sobre la existencia de mil millones de ciudadanos con esa patología antes de lo previsto.

Aunque los médicos sabían sobre el crecimiento de los índices, estimaban el reporte de ese número para el 2030. 

Solo en 2022 calcularon que había 504 millones de mujeres adultas y 374 millones de hombres obesos. 

Los países de Polinesia y Micronesia, el Caribe, el Mediterráneo Oriental y el norte de África experimentaron mayor incremento. 

"Pensábamos que la obesidad era un problema de las naciones con alto índice de desarrollo, pero ahora es un desafío del mundo", afirmó el experto Branca.  

Desde la entidad internacional instaron a la cooperación del sector privado para asumir responsabilidad por las implicaciones sanitarias de sus productos.

Con el objetivo de abordar este problema, la OMS respaldó medidas como la imposición de impuestos a las bebidas azucaradas y restricciones en la publicidad de alimentos poco saludables.

La obesidad, una enfermedad crónica y compleja, aumenta el riesgo de padecer otros problemas como cardiopatías, diabetes y ciertos tipos de cáncer.