Siria: La peligrosidad de un enfrentamiento de magnitud mundial
Como en ninguna otra región del mundo la peligrosidad de los enfrentamientos en Siria adquiere magnitudes muy serias cuando en el terreno de combate están presentes efectivos militares de cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Siria se convierte ahora en escenario donde coordinadamente tiene alianza con Rusia, respetuosa de su soberanía, y el arbitrario accionar de tropas especiales de Francia, Reino Unido y Estados Unidos, una mezcla explosiva y altamente sensible por sus consecuencias.
Solamente y aunque ha ratificado su apoyo al Gobierno de Bashar al Assad, China no tiene presencia de asesores o de otro tipo en los frentes de combate en territorio sirio contra no menos de mil 200 grupos terroristas de variadas tendencias y respaldados abiertamente por Europa Occidental, Washington y aliados regionales como Arabia Saudí, Turquía y Qatar.

Una y otra vez, los esfuerzos diplomáticos de Moscú y Damasco, respaldados por Teherán, intentan una operativa coordinación en la lucha antiterrorista pero chocan con la oposición y el doble rasero de Estados Unidos y sus aliados.
Siria insiste y mantiene una posición de firmeza en defensa de su soberanía e independencia y en contra de la fragmentación de su territorio, y que de acuerdo con todas las evidencias, trata de romperse a partir de un respaldo a los intentos secesionistas de fuerzas kurdas en regiones de las provincias norteñas de Hasaka y Alepo, fundamentalmente.
Aún con los concretos logros de la tregua pactada a partir del 27 de febrero último y el avance de una política de reconciliación nacional, la fragilidad de los mecanismos de consulta entre todas las partes involucradas, es cada vez más evidente.
Estados Unidos y Europa Occidental continúan desconociendo cualquier posición de Siria y facilitan en realidad la continúa y persistente violación de sus fronteras y la casi absoluta incomunicación operativa con Moscú y Damasco.
Desde el sur del país, en un arco geográfico que abarca toda la región este y hasta el norte, incluídas las fronteras con Israel, Jordania, Turquía e Irak, existen múltiples frentes de combate en los que las Fuerzas Armadas sirias llevan el peso mayor de las confrontaciones.
Estimados de diversas fuentes calculan que en todo el territorio sirio hay no menos de 30 mil hombres entre grupos terroristas, Ejército nacional, milicias y asesores iraníes, del movimiento de resistencia palestino Hizbulah y rusos, enfrentados a un entramado de elementos terroristas que van desde el Estado Islámico (Daesh, en árabe) hasta el Frente al Nusra.
En esos casos no existen los dobles raseros, coinciden plenamente con Damasco en defender la independencia de Siria frente a un embate destructivo, muchas veces escudados en las divergencias religiosas pero claramente políticas e injerencistas de Estados Unidos y sus asociados.
Otro elemento altamente delicado es que en la geografía siria están utilizándose armas de última generación con un respaldo tecnológico de alta complejidad y que exigen en la realidad una coordinación efectiva ante el peligro de un choque de incalculables consecuencias. Como siempre, para Estados Unidos sus operaciones "son confidenciales y oficialmente no existen" pero socaban cualquier acuerdo, torpedean las negociaciones en Ginebra para la paz en el Levante y alientan la política del régimen sionista de Israel, el extremismo wahabista -más político que religioso- de Arabia Saudí y las nostalgias del antiguo imperio Otomano de Recep Tayyip Erdogan en Turquía.