Denuncian planes de EE.UU. para buscar enfrentamiento de Turquía y Rusia en Siria
Washington insiste en el interés de las dos partes de una zona segura para abordar las preocupaciones de seguridad nacional de Turquía y que la zona segura será aplicada principalmente por las Fuerzas Armadas turcas y las dos partes aumentarán su cooperación en todas las dimensiones de su aplicación.

Estados Unidos busca crear un escenario de enfrentamiento entre Rusia y Turquía en Siria con el objetivo de fortalecer su frágil presencia en esa nación del Medio Oriente, elemento que centró un encuentro entre delegaciones de alto nivel estadounidenses y turcas.
Este fue precisamente el propósito de la reciente visita de Mike Pence a Turquía, y del compromiso de Estados Unidos de crear una "zona segura" controlada por el Ejército turco dentro de Siria.
Una demanda turca de larga data que va en contra de sus compromisos con respecto a la protección y el respeto de la integridad territorial de ese paísa, según denuncia un artículo que publicó Salman Rafi Sheikh, investigador-analista de Relaciones Internacionales y asuntos exteriores e internos de Pakistán, en exclusiva para la revista online New Eastern Outlook.
Replicada en el sitio https://journal-neo.org el texto señala que EE.UU. sembró las semillas del conflicto de intereses entre los actores que quieren reunificar Siria bajo el mando y control sirio lo antes posible y los actores que pretenden dividirla para romper el "eje de la resistencia".
Washington insiste en el interés de las dos partes de una zona segura para abordar las preocupaciones de seguridad nacional de Turquía y que la zona segura será aplicada principalmente por las Fuerzas Armadas turcas y las dos partes aumentarán su cooperación en todas las dimensiones de su aplicación.
Eso estuvo presente en el encuentro de turcos y estadounidenses con la presencia de Pence, donde se puso de manifiesto la intención de Washington de mantenerse involucrado en Siria a través de una presencia militar turca gestionada conjuntamente.
Cita el estudioso que el presidente sirio, Bashar al –Assad, fue claro en su reunión con una delegación rusa de alto perfil sobre la necesidad de liberar a Siria de "todas las fuerzas turcas, estadounidenses y de otro tipo presentes ilegalmente en el territorio nacional".
El enfrentamiento está servido, alerta Rafi Sheikh “pues evidentemente, es poco probable que las autoridades sirias y rusas permitan una presencia militar turca de composición abierta en Siria, desplegada con la intención de frustrar su intento de restablecer el control sirio sobre todos sus territorios”.
Subraya el analista que Washington trata de usar la política de "zona segura" para crear una brecha entre Turquía y Rusia.
En otras palabras, puntualiza, mientras que Estados Unidos no se oponen, como demuestra el acuerdo Pence-Erdogan, a la creación de una gran zona de seguridad dentro de Siria, corresponde a los turcos convencer a los rusos y a los sirios de que acepten la creación de una zona de este tipo.
Erdogan está, por lo tanto, mirando hacia el presidente ruso, Vladimir Putin, para que el diseño maximalista turco de Siria se materialice lo antes posible.
Sean cuales sean los planes, lo que es evidente aquí es que Estados Unidos tendrá un papel importante que desempeñar en el diseño y la ejecución de los mismos, no sólo con respecto a Siria, sino también a todo Oriente Medio, añade el experto.
En correspondencia con estas acciones llama la atención de que Turquía “ya está anticipando un retorno al programa F-35, y con una garantía estadounidense sobre el control militar turco de la 'zona segura', las ambiciones regionales de Turquía han vuelto a abarrotar Ankara, con lo que los sueños neo-otomanos de Erdogan podrían llegar a materializarse”.
Precisa Rafi Sheikh que “dada la posición de Estados Unidos en la región, ofrecer un poco de ayuda a Turquía para que actúe como una 'potencia regional' serviría para muchos propósitos, incluyendo el de limitar la influencia de Rusia en la región y contrarrestar la de Irán tanto en Siria como en Irak”.
Es precisamente por esta razón que los estadounidenses, en primer lugar, decidieron abandonar a los kurdos y llegaron a un acuerdo con Ankara no sólo para hacer retroceder al gobierno local, sino también para desarmarlos.
Al respecto, con una resolución siria de expulsar a las fuerzas turcas de Siria, es probable que aumenten las tensiones, un escenario que se adaptará mejor a los EE.UU., ya que le permitirá a este último continuar extendiendo una "mano amiga" al segundo ejército más grande de la OTAN en un intento de seguir siendo relevante para el fin del juego sirio e influir en los esfuerzos de redistribución territorial de facto de la región en "zonas" de influencia.
Evidentemente, la Casa Blanca acude a una política de dividir para vencer en un escenario donde Rusia y Turquía se dieron las manos para convertirse en los factores esenciales de esta crisis en la región del Medio Oriente.