Lo rompimos, pero nos negamos a apropiarnos del desastre de Libia
Los medios de prensa canadienses tratan muy someramente el desastre climatológico en Libia y ni mencionan a las verdaderas causas de tanta inestabilidad en el país.
En medio de la terrible devastación en el este de Libia, los medios canadienses se han negado en gran medida a mencionar el papel central que jugó la guerra de la OTAN en la inestabilidad del país.
En un informe sobre los miles de muertos por las inundaciones en el este de Libia, Global National ofreció algo de contexto a la tragedia que se cree que dejó más de diez mil muertos . Señaló que “una vez uno de los países más prósperos de África, décadas de anarquía han dejado a Libia frágil”. Pero el clip de tres minutos omitió cualquier mención de la guerra de la OTAN de 2011 como causa de esa anarquía. Al mando del general canadiense Charles Bouchard, siete aviones de combate canadienses, dos buques de guerra y fuerzas especiales participaron en el asalto de seis meses de la OTAN.
Un artículo de primera plana del Globe and Mail sobre las mortales inundaciones informó que la “autoridad dividida del país retrasó las advertencias de inundaciones” y que “años de guerras y enfrentamientos militares en toda Libia han dejado a las ciudades vulnerables”. Pero el artículo, que ocupa dos páginas completas en el centro del periódico, no menciona una guerra en la que la OTAN arrojó 20 mil bombas sobre casi seis mil objetivos.
Cuando podría enmarcarse desde una perspectiva más positiva, el Globe and Mail no ha dudado recientemente en mencionar la guerra de Canadá. En “Moammar Gadhafi escondió miles de millones en cuentas bancarias canadienses, dice un exdiplomático”, el periódico informó el mes pasado que “Canadá no sólo desempeñó un papel central en la intervención militar liderada por la OTAN que lo derrocó en 2011, sino que desde entonces Ottawa ha contribuido con decenas de millones de dólares para ayudar a estabilizar Libia y brindar asistencia humanitaria”.
Los principales programas de radio y televisión de la CBC también ignoraron el ataque de la OTAN. El informe del National, sin embargo, logró retratar negativamente el papel de Rusia en Libia. El programa del miércoles señaló:
“Para algunos fue una tragedia que debería haberse evitado. La semana pasada, dice este hombre, habíamos advertido a las autoridades que la presa tenía grietas. Un legado primero de los años de Muammar Gaddafi construido en los años 70 y luego de la lucha por el poder que siguió a la caída del dictador. Este es un país que se ha fracturado entre estos sistemas rivales y ha hecho que absolutamente todo sea una pesadilla. Un gobierno reconocido por la ONU a menudo acusado de corrupción en Occidente y un señor de la guerra respaldado por países como Rusia en el Este”.
The Current emitió un informe de 15 minutos titulado “Las roturas de presas arrasan con barrios libios enteros”. Ni siquiera se mencionó la guerra de la OTAN.
Un artículo de Associated Press publicado en el sitio web de CBC se tituló Años de guerra y caos político en Libia dejaron a su pueblo vulnerable frente a una tormenta mortal, mencionó una vez a la OTAN y señaló que “el país del norte de África ha estado dividido entre administraciones rivales y acosado por un conflicto entre milicias desde que el levantamiento de la Primavera Árabe respaldado por la OTAN derrocó al gobernante autocrático Moammar Gadhafi en 2011”.
Los medios de comunicación no siempre han sido reticentes a hablar de la intervención canadiense en Libia. The Globe and Mail , Toronto Star , Ottawa Citizen , National Post y Vancouver Sun publicaron editoriales respaldando la guerra de 2011. Después de seis meses de lucha, el gobierno federal organizó una celebración televisada a nivel nacional por valor de 850 mil dólares para los “héroes militares” de Canadá, que incluyó sobrevuelos desde una docena de aviones militares. El Primer Ministro Stephen Harper dijo a los 300 militares traídos desde cuatro bases: "Estamos celebrando un gran éxito militar".
En una ceremonia celebrada en el Senado, el Gobernador General y el Primer Ministro concedieron al General Bouchard la Cruz al Servicio Meritorio por liderar la misión de la OTAN. Bouchard también fue nombrado Oficial de la Orden de Canadá.
Las celebraciones de la guerra fueron un asunto entre partidos. Después de que Gadafi fuera salvajemente asesinado, el líder liberal interino Bob Rae elogió al ejército canadiense y el líder del NDP, Nycole Turmel, emitió una declaración en la que señalaba: “ el futuro de Libia ahora pertenece a todos los libios. Nuestras tropas han hecho un trabajo maravilloso en Libia durante los últimos meses”.
Pero el asalto de la OTAN en 2011 desató más de una década de inestabilidad y violencia, así como el deterioro de los indicadores sociales y económicos. Libia sigue dividida entre dos facciones políticas principales y cientos de milicias operan en el país de seis millones de habitantes.
El jueves, el jefe de la Organización Meteorológica Mundial de la ONU, Petteri Taalas, afirmó que con una mejor gestión se podrían haber evitado la mayoría de las muertes en la ciudad de Derna, de 100 mil habitantes. "Podrían haber emitido las advertencias y las fuerzas de gestión de emergencias habrían podido llevar a cabo la evacuación de la gente, y podríamos haber evitado la mayoría de las víctimas humanas", dijo Taalas a los periodistas. Además, el vicealcalde de Derna, Ahmed Madroud, dijo a Al Jazeera que las dos presas que explotaron después de las fuertes lluvias del domingo no han sido sometidas a mantenimiento desde 2002.
En una tragedia tan monumental es difícil repartir culpas. Pero parte de ello sin duda recae en el gobierno canadiense y la OTAN que bombardearon Libia en 2011, por no hablar de los medios de comunicación aduladores.