La hazaña soviética y la ignorancia de Trump
El autor manifiesta que: "La hazaña del pueblo soviético no se puede equiparar con ningún otro país. Después de este breve resumen, solo se puede esperar que algún día, Trump aprenda un poco de historia Universal. Tarea que al parecer será difícil".
-
La hazaña soviética y la ignorancia de Trump.
La ignorancia histórico-cultural del mandatario Donald Trump es tan enorme que no conoce las opiniones del expresidente Franklin D. Roosevelt referente a la heroicidad del ejército y pueblo de la antigua Unión Soviética para derrotar a las fuerzas del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial (SGM).
Con su acostumbrada grandilocuencia Trump escribió en su cuenta Truth Social, «muchos de nuestros aliados y amigos celebran el 8 de mayo como el Día de la Victoria, pero nosotros hicimos más que cualquier otro país, con diferencia, para producir un resultado victorioso en la Segunda Guerra Mundial. Por ello, renombro el 8 de mayo como Día de la Victoria de la Segunda Guerra Mundial y el 11 de noviembre como Día de la Victoria de la Primera Guerra Mundial”.
Y agregó, “ganamos ambas guerras; nadie se nos acercaba en fuerza, valentía o brillantez militar, pero nunca celebramos nada. ¡Eso es porque ya no tenemos líderes que sepan cómo hacerlo!”
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia María Zajárova citó nada menos que al 32 presidente de Estados Unidos (de 1933 a 1945), Franklin Roosevelt para desmentirlo. La primera fue una declaración del 28 de abril de 1942 cuando dijo:
“En el frente europeo, el acontecimiento más importante fue el aplastante contraataque del gran Ejército ruso contra el poderoso grupo alemán. Las tropas rusas han destruido, y siguen destruyendo, más efectivos, aviones, tanques y cañones de nuestro enemigo común que todas las demás Naciones Aliadas juntas”.
El 4 de febrero de 1943, en carta a I.V. Stalin, afirmó: “Como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, le felicito por la brillante victoria de sus tropas en Stalingrado, lograda bajo su alto mando. Los 162 días de lucha épica por la ciudad, una lucha que ha inmortalizado su nombre, así como el resultado decisivo que todos los estadounidenses celebran hoy, constituirán uno de los capítulos más gloriosos de esta guerra de los pueblos unidos contra el nazismo y sus imitadores”.
La Gran Guerra Patria: legado mundial en la lucha contra el nazismohttps://t.co/jcqMSzMl0s#GuerraPatria #Historia #Victoria pic.twitter.com/JkL6MMqrlr
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) May 6, 2025
En otra carta a Stalin, del 22 de febrero de 1943, Roosevelt enfatizó: Estos logros solo pueden ser alcanzados por un ejército con un liderazgo competente, una organización sólida, entrenamiento adecuado y, sobre todo, la determinación de derrotar al enemigo sin importar los sacrificios…El ejército rojo y el pueblo ruso sin duda han puesto a las fuerzas de Hitler en el camino de la derrota final y han ganado la admiración duradera del pueblo de Estados Unidos”.
En una ocasión anterior, el actual presidente de la Casa Blanca declaró que Rusia “ayudó” a Washington a ganar la guerra.
Preguntémonos entonces: ¿Habrá leído Trump o le habrán hablado sus asesores sobre las memorias de Roosevelt? ¿Habrá estudiado algún documento o libro sobre esos conflictos bélicos? La respuesta como es lógico es, No.
Datos oficiales, indican que las pérdidas de la URSS en la SGM fueron de 27 millones de personas y los daños materiales incalculables, lo cual refleja la enorme contribución soviética a la victoria sobre la Alemania nazi. Estados Unidos perdió a 418 mil personas durante el conflicto y no sufrió daños materiales en su territorio.
Fueron muchas las batallas decisivas en la derrota de las fuerzas alemanas dentro del territorio soviético como la resistencia al asedio de Leningrado (hoy San Petersburgo) que duró del 8 de septiembre de 1941 hasta el 27 de enero de 1944, o sea, 872 días donde familias enteras fallecieron de hambre y frío, pero los nazis no pudieron tomarla.
Se destacan en esas heroicidades y amor por la Patria, las Batallas de Moscú (1941-1942), la de Stalingrado, hoy Volvogrado (1942-1943) y la del Arco de Kursk (1943), solo por citar algunas.
Recordemos que en junio de 1944, después que los soviéticos le habían propinado los mayores golpes a las hordas hitlerianas, y les quitaron la iniciativa estratégica a los invasores, los aliados decidieron abrir un segundo frente con el desembarco en Normandía.
Esto permitió al Ejército soviético comenzar la operación Bagration, dirigirse a Berlín y pasar la frontera alemana en enero de 1945. En tres semanas, recorrieron el extenso territorio entre los ríos Vístula y Óder, y llegaron a unos 65 kilómetros de la capital alemana. No obstante, detuvieron su avance ante la operación Solsticio de los nazis en febrero, también conocida como la batalla de tanques de Stargardt, que aplazó la batalla de Berlín.
Hitler convirtió a Berlín en una enorme fortaleza. Alrededor de la capital se levantaron tres líneas defensivas con todos los accesos minados. La protegían tres torres antiaéreas gigantescas, fortalezas, barricadas, túneles y búnkeres. Disponía para la defensa de 460 mil hombres; mil 500 tanques y tres mil 300 aviones.
Tras una ofensiva aérea y de artillería de largo alcance, el Ejército Rojo atacó por primera vez el Reichstag. En la tarde del 30 de abril, Hitler se suicidó y a las 9.30 de la noche las tropas soviéticas tomaron el Reichstag e izaron en su cúpula la bandera de la Victoria.
En esa sola batalla que culminó con la derrota del fascismo alemán, los soviéticos tuvieron 45 mil muertos y 172 mil heridos.
La hazaña del pueblo soviético no se puede equiparar con ningún otro país. Después de este breve resumen, solo se puede esperar que algún día, Trump aprenda un poco de historia Universal. Tarea que al parecer será difícil.