Estados Unidos y su compleja realidad
El mundo está lleno de refranes que parecen hechos a la medida de la compleja situación que enfrentan hoy los estadounidenses en un país polarizado al extremo como mostraron los resultados de las elecciones del pasado 3 de noviembre, donde el presidente electo, el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump, acumularon votos casi en la misma proporción.
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En Estados Unidos ocurrió “un Golpe de Estado que fue apadrinado gracias a una conspiración realizada por unas élites ilegítimas.
Esa situación llevó a algunos, aparentemente, a retomar dichos y refranes. Por ejemplo, “ni con Dios, ni con el diablo” y a “río revuelto ganancia de pescadores”
Entre estos se encuentra Aleksandr Dugin, quien es definido por algunos analistas como “el filósofo” más peligroso del mundo.
Carlos Barragán en una entrevista publicada en El Confidencial señala que Dugin, es un “ideólogo de las teorías más tenebrosas que recorren Europa y Rusia, habla sobre geopolítica, conspiraciones y... de un encuentro hasta ahora desconocido con George Soros”.
Este personaje, a sus 59 años, presume de ser un “gran pensador”, un ideólogo geopolítico muy influyente en su país que defiende la vuelta de una Rusia imperial a través del eurasianismo. Además, es un reconocido autor entre las corrientes de pensamiento ultras occidentales.
Su tesis principal es que las grandes ideologías (liberalismo, comunismo y fascismo) están superadas por una nueva que llama populismo integral esbozada en su 'Cuarta teoría política' (Ed: Fides) publicada originalmente en 2012.
En una aproximación a la situación en Estados Unidos, lanzó teorías donde plantea que lo que acontece allí es la lucha del pueblo contra las “elites globalistas”.
Para este denominado filosofo, el desafío de Trump, que era visto por algunos como un extraño en el entramado político, alguien de afuera, es muy positivo aunque su liberalismo sea malo.
Aunque el mandamás estadounidense no pudo llevar a cabo su estrategia, para Dugin, según dijo, es más importante que, pese a toda la propaganda y demonización de los globalistas, existan los votantes de Trump. Es importante que al menos propulse el populismo de derechas porque es un apoyo a nuestra visión. Las élites liberales ya no pueden gobernar el mundo como antes y Trump es uno de los grandes cambios ideológicos que lo demuestran, apuntó en defensa de alguien que es visto por muchos de sus compatriotas como un orate.
Dugin escribió un artículo que título "El Gran despertar: El futuro comienza hoy”, y toma como bandera a Ashli Babbitt, parte de la turba que asaltó el Congreso estadounidense el 6 de enero, donde murió, y es descrita por los medios como una "gran seguidora del presidente Trump".
Días antes de su muerte, Babbitt respondió a alguien que se quejaba de la anulación de su vuelo para viajar a la protesta: "Nada nos detendrá (...) Ellos pueden intentar, intentar e intentar pero la tormenta está aquí y está descendiendo sobre (Washington) DC en menos de 24 horas (...) De la oscuridad hacia la luz".
En sus valoraciones Dugin plantea que Estados Unidos se encuentra bajo el yugo totalitario de la otra mitad. En este país ha llegado al poder una verdadera dictadura liberal de izquierda. Y, ante semejante situación, nos vemos obligados a dar nuestro apoyo a la mitad de la población estadounidense que está siendo oprimida, o sea al los seguidores del perdedor en los comicios. Antes eran buenos corderos que seguían fanáticamente al profeta “Trump”.
En Estados Unidos ocurrió “un Golpe de Estado que fue apadrinado gracias a una conspiración realizada por unas élites ilegítimas. La presidencia de los Estados Unidos ha sido secuestrada. En estos momentos, los Estados Unidos se encuentran bajo el control de una junta extremista. Ahora experimentan lo que es el Maidan o el Tercer Mundo”, señala el “filosofo” que reniega de la historia y se acerca al fascismo, según sus críticos.
Por primera vez en la historia los globalistas han utilizado un escenario propio de una revolución de color (el cual incluye el robo electoral, fraudes y campañas de desinformación) en su propia casa, ideas para las que carece de pruebas al igual que su defendido, Trump.
La lucha que hoy está aconteciendo ha adquirido un carácter internacional muy claro. La lucha entre los globalistas contra los anti-globalistas es, al día de hoy, mucho más importantes que la lucha de los rusos contra los estadounidenses, o la lucha de Occidente contra Oriente, o de los cristianos contra los musulmanes, plantea Dugin.
Para el Babbitt, dio su vida “para alcanzar una libertad y justicia verdaderas para su pueblo. Y la libertad y la justicia son valores universales que comparten tanto los rusos como los estadounidenses, o los musulmanes y los cristianos, o los occidentales y los orientales”. En eso no se aparta de la realidad sin embargo la manipula a conveniencia de sus teorías.
La división que se ha producido en la sociedad estadounidense se ha vuelto irreversible. Y todos nosotros estamos experimentando esta misma situación en todas partes, señala, tanto dentro como fuera de los Estados Unidos. Estamos librando la misma lucha a una escala global, algo que está por verse.
No estoy de acuerdo con las teorías que difunden muchos de los observadores de que el asalto a Capital Hill fue en realidad una provocación hecha por la quinta columna. No. Este asalto fue la respuesta natural de la otra mitad de los Estados Unidos contra los demócratas: se trata de la mitad que ha sido humillada por el robo y el fraude electoral, algo que debería probar.
Para el “ideólogo ruso” los Antifa y BLM comenzaron los disturbios. Capitol Hill fue la respuesta lógica contra ellos. Los manifestantes demostraron ser lo suficientemente fuertes como para apoderarse, mediante el uso de la fuerza, de un Parlamento estadounidense que estaba dedicado a los fraudes y a los trucos sucios, mientras contaba votos falsos que eran hechos por gente que estaba muerta o cartas que nunca nadie envió, planteó en su artículo.
En estos momentos, sostuvo, nuestra lucha ha adquirido una dimensión realmente global: estamos en una guerra contra los demócratas: estamos a favor de esta mitad al interior de los Estados Unidos y no a favor de los Estados Unidos en general, señaló, y cabría preguntarle cual es su definición del bien o el mal.
La geopolítica de las elecciones estadounidenses del 2020 nos revelan claramente estas fronteras: las costas atlantistas, ultraliberales, globalistas de color azul contra un Heartland conservador y tradicionalista que es de color rojo. El azul perverso contra el rojo conservador, señaló en lo que aparentemente es una toma de partido sin analizar las causas que provocaron esta situación.
Dugin califica de “protestas pacificas” lo que aconteció en el capitolio estadounidense. El ver a la gente estadounidense de a pie, en su mayoría personas que han sido desposeídas, que se mantenían en silencio y que eran consideradas como unos “deplorables”, marchando sobre el Congreso ha sido un momento verdaderamente sorprendente, indicó.
A partir de ahora los demócratas serán atacados en todos partes del mundo. Ahora lo saben: nosotros los observamos exactamente como ellos nos observan; los seguimos exactamente como ellos nos siguen; recopilamos su información y creamos expedientes de ellos del mismo modo en que los demócratas, los globalistas y sus títeres lo hacen con nosotros, asegura.
Amenazante, Dugin señala que “de ahora en adelante, cualquier conexión con los demócratas, y el apoyo que se les preste, será considerada como un hecho de colaboracionismo y una participación en sus crímenes de lesa humanidad”.
Paradójicamente este pensador no ve más allá de sus narices y para el “solo existen dos partidos a nivel mundial: el partido de los globalistas que promueve el Gran Reinicio y el partido de los anti-globalistas del Gran Despertar. Y no existe nada en el medio. Entre ambos se abre únicamente un abismo.
En el rio revuelto encasilla al mundo en esas dos corrientes, el sentimiento de los pueblos, tal vez de las mayorías, no cuenta.
Señala que esta lucha se ha convertido en una realidad universal. Está representada por el Partido Demócrata de los EE.UU., junto con los representantes del globalismo: el cual incluye a todas las industrias de alta tecnología, además de las altas esferas financieras que encarnan, a partir de ahora, el mal absoluto.
Mirando lo que dice Dugin, cuál es, en su valoración, el “Gran Despertar”. Al menos, el que escribe se opone a las ideas y acciones de Trump y su movimiento.
Hoy la filosofía superficial y vacía pero peligrosa lanza el anzuelo al rio revuelto.