Coalición militar contra el sionismo
Ha llegado el momento de actuar. Existe la necesidad de detener los crímenes del régimen sionista y aplicar las leyes internacionales. Decisión que nos obliga a formar una coalición militar internacional, que frene la política de exterminio contra la población palestina, como también los ataques a el Líbano, Siria e Irak. Una coalición donde el eje de resistencia debe cumplir un papel principal. A la crónica y criminal acción de asesinar a hombres, mujeres y niños palestinos.
El secuestro en cárceles sionistas de 6 mil presos palestinos, entre ellos 220 niños menores de 16 años y 50 mujeres, entre ellas algunas embarazadas.
La construcción de un muro de apartheid de 720 kilómetros de largo, que se adentra en Cisjordania, junto a los asentamientos habitados por 650 mil colonos extranjeros, que violan el título III de la sección III del IV convenio de Ginebra. El impedir el retorno de los millones de refugiados palestinos expulsados tras la creación de "Israel" el año 1948.
La sionización de Al Quds (Jerusalén) y Al Jalil (Hebrón) que pretenden intensificar y concretar el mito que se trata de ciudades judías, bajo el argumento falaz y lógicamente, sin ninguna base legal, que se trata de una tierra prometida para un pueblo elegido. Una idea peregrina y falsaria, a menos que el dios que adoran sea el dueño de proyectos inmobiliarios y dotados de un poder exclusivo y excluyente, en materia de elegir al pueblo de su preferencia.
Un régimen israelí que ha levantado durante siete décadas la figura de víctima y que suma a su política de crímenes el desprecio por los símbolos y lugares sagrados del pueblo palestino.
Efectivamente, en este afán de quitar todo rastro palestino en la tierra ocupada, invadida y colonizada desde el año 1948 a la fecha, la entidad israelí confisca tierras pertenecientes al cementerio musulmán de Al-Yusifie, en la ocupada Al-Quds, para construir allí un parque.
En ese afán perverso y desequilibrado, funcionarios israelíes ya han demolido decenas de tumbas de cientos de años de antigüedad. El objetivo de esta acción, retorcida y condenable absolutamente es modificar la identidad islámica y palestina de Al Quds y seguir construyendo así un mito fundacional absurdo y falaz de un régimen, que tiene sólo 73 años de vida y que pretende mostrar al mundo una historia de miles de años.
Es la expresión máxima del mentiroso compulsivo, del ladrón ladino y que busca cualquier excusa, para que su historia tenga un espacio donde siembre la duda.
“Israel” está enfrascado en la destrucción de construcciones, símbolos y muestras del pasado y presente palestino y a su vez construir asentamientos en Cisjordania con colonos extranjeros, traídos especialmente, para hacer imposible la conformación del Estado palestino. La ministra del interior israelí, Ayelet Shaked, conocida por sus llamados, en su época como diputada, a asesinar a las madres embarazadas palestinas por llevar serpientes en sus vientres declaró en julio pasado, que el llamado alto consejo israelí de planificación de la administración civil se reuniría trimestralmente, para así aprobar nuevas edificaciones en los territorios ocupados palestinos.
Medios europeos dieron a conocer la molestia de miembros de UE ante esta decisión de seguir construyendo asentamientos en forma ilegal. Las cancillerías de Alemania, Francia, Bélgica, España, Italia, Polonia, Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca, los Países Bajos e Irlanda han llamado a Tel Aviv a cesar y dar marcha atrás, con la decisión de construir
3 mil nuevas unidades habitacionales, en asentamientos sionistas en Cisjordania y el este de Al-Quds (Jerusalén).
Medida, que también ha sido condenada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mediante la Alta Comisionada de Derechos Humanos de esta organización internacional, Michelle Bachelet, quien además señaló su reprobación ante la ilegal resolución de los ocupantes sionistas de declarar a seis organizaciones palestinas como terroristas.
“La determinación del régimen israelí de designar a seis organizaciones de la sociedad civil palestina como "organizaciones terroristas" es un ataque contra los defensores de los derechos humanos, las libertades de asociación, opinión y expresión y el derecho a la participación pública". Bachelet sostuvo que "estas organizaciones en cuestión, son algunos de los grupos humanitarios y de derechos humanos de mayor reputación en el territorio palestino ocupado y que durante décadas, han trabajado en estrecha colaboración con la ONU".
La funcionaria internacional reiteró, que la legislación contra el terrorismo, no debe aplicarse a la labor humanitaria y de derechos humanos legítimas, alertando sobre las consecuencias negativas de esta decisión del régimen de Tel Aviv. Organizaciones internacionales de defensa de los Derechos Humanos, como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, emitieron igualmente una declaración condenando esta decisión a la que calificaron de politizada, al acusar a estas organizaciones palestinas de poseer vínculos con el Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Destruir al Sionismo
Palestina, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Hamas, su sociedad civil han denunciado reiteradamente el silencio obsequioso, servil y cómplice de la llamada "comunidad internacional" ante los crímenes, perversidad y atrocidades cometidas por el ente sionista, contando para ello con el apoyo de Washington, París, Londres y Arabia saudí.
El premier palestino, Mohamed Shtaye, ante las medidas tomadas por Tel Aviv señaló que ha llegado la hora de actuar, no sólo condenar e instó al mundo "a hacer algo para cesar tales hostilidades y crímenes". Un llamado que se ha repetido crónicamente frente al silencio hipócrita y vergonzoso de esta supuesta comunidad internacional, dominada por los intereses políticos y económicos hegemonizados por el imperialismo.
Tiene razón el premier palestino: ha llegado la hora de actuar, teniendo como norte la caída del régimen sionista. Cada una de las actividades mencionadas es una realidad por parte de Israel y ello obliga a caminar por una política de sanciones contra esta entidad.
No es posible seguir soportando las violaciones al derecho internacional del régimen cívico militar israelí, sus crímenes de guerra y lesa humanidad. No es posible aceptar, que se haya enquistado en Asia Occidental una entidad, que constituye un peligro mayor que la Covid 19, una entidad que denomino como Virus Sion 48, que se expresa como nacionalsionismo, que ha hecho del victimismo su caballo de batalla. Una asociación creada para delinquir, que ha pasado de considerarse víctima a ser un victimario de millones de seres humanos.
Punta de lanza de los poderes hegemónicos occidentales y aliados de los gobiernos y monarquías corruptas árabes tan criminales como ella, como son Arabia saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unido y Marruecos.
Al amparo de la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CPI) principal órgano judicial de la Organización de las Naciones Unidas, con sede en el Palacio de la Paz en la Haya (Países Bajos) y encargada de decidir controversias jurídicas presentadas por los Estados; anunció el día 2 de marzo del año 2021 que abrió una investigación por crímenes de guerra cometidos por la entidad sionista, en los territorios sometidos a la colonización y ocupación de este régimen nacido en mayo del año 1948.
Bajo lo señalado se convierte en un imperativo, que se aplique la Carta de las Naciones Unidas en su Capítulo VII. el cual establece, que en caso de amenazas o quebrantamientos de la paz o actos de agresión en sus artículos desde el N° 39 al N° 51 permite tomar una serie de medidas, para lograr el restablecimiento de la paz y la seguridad internacional.
Para ello, previo a la toma de decisiones militares, en su artículo N°41 señala que "El Consejo de Seguridad podrá decidir qué medidas, que no impliquen el uso de la fuerza armada han de emplearse para hacer efectivas sus decisiones, y podrá instar a los Miembros de las Naciones Unidas a que apliquen dichas medidas, que podrán comprender la interrupción total o parcial de las relaciones económicas y de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, radioeléctricas, y otros medios de comunicación, así como la ruptura de relaciones diplomáticas".
Si ese artículo N° 41 no es posible llevarlo a cabo, por ser inconvenientes o porque los aliados del régimen sancionado impiden su eficacia, entonces ha de aplicarse el artículo N° 42 que señala "Si el Consejo de Seguridad estimare que las medidas de que trata el Artículo 41 pueden ser inadecuadas o han demostrado serlo, podrá ejercer, por medio de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea necesaria para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales.Tal acción podrá comprender demostraciones, bloqueos y otras operaciones ejecutadas por fuerzas aéreas, navales o terrestres de miembros de las Naciones Unidas".
Con referencia a la implementación de ese uso de la fuerza, que con “Israel” hace mucho tiempo tendría que haberse ejecutado, el artículo N°43 consigna, que todos los miembros de las Naciones Unidas deben poner a disposición fuerzas militares, ayuda, facilidades e incluso derecho de paso, para implementar las acciones que tienen el propósito de mantener la paz y la seguridad internacional.
Cuando hablamos de los crímenes del sionismo y cómo estos se han mantenido en el tiempo, sin que se haya ejercido acción coercitiva alguna para detenerlos, es un imperativo que el Consejo de seguridad a instancias de gran parte de los países que condenan los crímenes que comete "Israel", fuercen a la Organización a que tome medidas militares urgentes, proporcionando contingentes de fuerzas aéreas nacionales inmediatamente disponibles para la ejecución combinada de una acción internacional, que comiencen, por ejemplo con la creación de una zona de exclusión aérea, que impida el bombardeo de las ciudades palestinas y de los países vecinos a los territorios que ocupa "Israel".
Reitero lo sostenido en mis artículos publicados en segundopaso.es y que obligan a hacer historia, sobre todo cuando el sionismo y sus aliados suelen elevar la voz, rasgar vestiduras porque se escribe o se habla de personajes del régimen nacionalsocialista, pero se permite panegíricos y alabanzas, lavado de imagen y maquillaje de los crímenes del régimen sionista.
Tras el fin de la segunda guerra mundial, los aliados llevaron a una parte de los dirigentes del nacionalsocialismo alemán a ser juzgados, en los que se llamó los juicios de Nuremberg, como símbolo frente a aquella ciudad donde el Tercer Reich creyó alcanzaría los mil años de ejercicio del poder.
Cuando se triunfe contra las fuerzas ocupantes israelíes, cuando se expulse definitivamente a todo extranjero de las tierras palestinas, se debe constituir en Al Quds un Tribunal Internacional que juzgue los crímenes del sionismo.
Que lleve a la horca, a todo aquel que ha propiciado el genocidio del pueblo palestino, su desplazamiento, su expulsión de la tierra que los vio nacer, que ha creado un sistema de apartheid que somete a seis millones de personas, tanto en Cisjordania como en Gaza.
Dicho tribunal debe estar en la capital eterna palestina, en Al Quds -la Santa- en medio de la Explanada de las Mezquitas llamado en árabe con su verdadero nombre Haram al Sharif (Noble Santuario), con la Cúpula de la Roca y la Mezquita Al Aqsa como telón de fondo.
Con miles de personas mirando por pantallas gigantes estos juicios contra los criminales sionistas, allí en el rellano que se levanta frente a la muralla de Al Buraq, que bajo la ocupación sionista llamaban el muro de los lamentos. Ha llegado la hora de actuar.