¿Puede la unidad del mundo musulmán salvaguardar los derechos de Palestina y Cachemira?
Palestina y Cachemira siguieron ocupando un lugar destacado en el orden del día de la OCI y se debatieron a fondo, a pesar del silencio de la comunidad internacional sobre las atrocidades y el bloqueo que se están cometiendo en ambos territorios.
El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) celebró su 48ª sesión el 20 de marzo en Islamabad, capital de la República Islámica de Pakistán, bajo el lema "Asociarse para la unidad, la justicia y el desarrollo".
En el orden del día figuraban deliberaciones sobre la situación en Palestina, la zona de Jammu y Cachemira ocupada ilegalmente por la India y Afganistán. En la sesión también se debatieron los desafíos africanos y musulmanes en Europa y los acontecimientos en Yemen, Libia, Sudán, Somalia y Siria. Otros temas abordados fueron la islamofobia, el terrorismo internacional y la cooperación económica, cultural, social, humanitaria y científica.
Además, el Sr. Imran Khan, Primer Ministro de Pakistán, destacó la necesidad de reconocer el 15 de marzo de cada año como "Día Internacional de la Lucha contra la Islamofobia". Además, el ministro chino subrayó que China nunca olvidará el respaldo del mundo islámico en las Naciones Unidas, prometiendo un apoyo constante a los musulmanes palestinos. China apoya una solución de dos estados para el pueblo palestino.
De manera significativa, Palestina y Cachemira siguieron ocupando un lugar destacado en el orden del día de la OCI y se debatieron a fondo, Todos los miembros reafirmaron su compromiso con la causa palestina. La continuación de los crímenes y ataques israelíes contra el pueblo palestino, su tierra y sus santuarios requiere una fuerte solidaridad y una acción islámica colectiva.
Sin embargo, para proteger los derechos de los musulmanes en todo el mundo, se requiere coherencia y solidaridad. Pakistán está preocupado por la violencia en Palestina y cree que los países musulmanes deben unirse para concienciar sobre el problema. Cuando los 57 miembros de la OCI manifiesten su apoyo al tema, éste será reconocido. Es una cuestión de fe, de derechos humanos, de derecho internacional y de enfrentarse a un régimen de apartheid.
Anteriormente, el líder supremo iraní Jamenei acusó a los gobiernos musulmanes de permitir que las potencias hegemónicas determinen su destino, acusando a esas potencias de establecer el tumor canceroso del sionismo en el corazón del mundo musulmán. Es necesario combatir el intento de Occidente de oscurecer Al Quds y Palestina como cuestiones importantes en el mundo musulmán. Para los musulmanes, los hechos y las realidades deben ser definidos por las élites políticas y culturales, los intelectuales y los Ulimas [eruditos] religiosos.
En particular, el silencio de la comunidad internacional sobre las atrocidades y el bloqueo en curso en Palestina y Cachemira es criminal. El mundo musulmán ha defraudado a los palestinos y a los cachemires, y no ha podido ejercer ninguna influencia significativa. Sin embargo, la situación en Jammu y Cachemira sigue siendo grave y suscita una serie de preocupaciones importantes.
La crisis de Jammu y Cachemira no tiene solución, y la OCI ha mantenido siempre su apoyo firme e inequívoco al pueblo de Jammu y Cachemira en sus soluciones. La comunidad mundial prometió a los cachemires hace décadas que podrían elegir su destino. Por otro lado, el estatus del Valle ha sido alterado ilegalmente, dejando a los residentes en un escenario de derechos humanos precario. Palestina y Cachemira son dos ejemplos descarnados de injusticia, tiranía, ocupación y violación de los derechos humanos.
Lo más importante es que la conferencia de la OCI en Pakistán reafirmó su apoyo al pueblo de Cachemira y su derecho fundamental a la autodeterminación. También condenó las violaciones de los derechos humanos y rechazó las acciones ilegales y unilaterales de India en Cachemira desde agosto de 2019.
La conferencia reafirmó la centralidad de la cuestión palestina, al tiempo que expresó "un apoyo inquebrantable con el pueblo de Jammu y Cachemira en su búsqueda de su derecho inherente a la autodeterminación". Aunque estas reuniones son vitales para debatir los problemas a los que se enfrenta el mundo musulmán, la falta de entrega y unidad de la OCI ha sido durante mucho tiempo una fuente de críticas justas. Es cierto que los anuncios de la OCI son bienintencionados y dan la impresión de que el bloque musulmán habla con una sola voz (Fara, 2022).
Lo más importante es que, aunque la Declaración de Islamabad contiene graves compromisos de apoyo a los pueblos oprimidos de Palestina y Cachemira, la mayoría de los Estados musulmanes hacen prácticamente poco para ayudar a acabar con la esclavitud. Para que la OCI se convierta en una voz influyente para el mundo musulmán y no en una mera tertulia que emite declaraciones verborreicas, es necesario abordar estas incoherencias entre las palabras y los hechos de los países miembros.
Por desgracia, para muchos musulmanes, el concepto de una "Ummah", o hermandad panislámica, sigue siendo un sueño. Mientras sus gobiernos siguen compitiendo y explotando las diferentes causas para obtener beneficios nacionales y regionales, los derechos de los musulmanes en todo el mundo se ven cada vez más aplastados bajo el talón de la política regional e internacional que los considera peones en un tablero de ajedrez en lugar de verdaderos seres humanos.
En consecuencia, si los gobiernos siguen ignorando sus responsabilidades para con sus ciudadanos musulmanes, pueden diseñar involuntariamente su desaparición. Todos los gobiernos y naciones musulmanas deben buscar un plan para ocultar la cuestión principal y los intentos de distorsionar la realidad avivando las divisiones dentro de la Ummah musulmana. La Ummah musulmana no tiene más remedio que unirse contra las conspiraciones de los enemigos del Islam y de los musulmanes. Los ardientes conflictos de Cachemira y Palestina sólo pueden resolverse si el mundo musulmán se une.
La OCI puede crear soluciones para tratar con éxito cuestiones esenciales como la paz, la seguridad, la prevención de conflictos, la mediación y la resolución pacífica de conflictos. La OCI tiene un papel fundamental a la hora de permitir la resolución pacífica y justa de los problemas internacionales que afectan a los pueblos musulmanes, como los palestinos y los cachemires, y de promover la construcción y el mantenimiento de la paz. La influencia de la Organización se basa en el valor islámico fundamental de la solidaridad y la fraternidad, que une a la Ummah para trabajar por el bien común.
Las opiniones mencionadas en este artículo no reflejan necesariamente la opinión de Al Mayadeen, sino que expresan exclusivamente la opinión de su autor.