Colombia, un voto crucial por Petro y por Latinoamérica
De ganar Petro en segunda vuelta EEUU se encontraría con una América Latina gobernada por presidentes de tendencias de izquierda, algo nada conveniente para los planes estadounidenses de mantener el control de la región.
Los colombianos fueron el domingo 29 a las urnas para dar un voto crucial para el destino de América Latina en los próximos años. Una inclinación política hacia la izquierda que pudiera representar mucho para los pueblos de la región y que debe llevar a Estados Unidos a replantearse su política si quiere salir airoso de los retos de otras potencias que ya inciden en el área como China, Rusia y también algunos occidentales.
Si se confirma lo que dicen las encuestas y el candidato presidencial Gustavo Petro, del Pacto Histórico, vence en primera o en segunda vuelta, del 19 de junio, eso sería un anticipo de lo que puede venir detrás.
Cerca estaría el expresidente Lula da Silva de ganar en Brasil en octubre, lo que representaría que los siete países más poblados de América Latina -Brasil, México, Colombia, Argentina, Perú, Venezuela y Chile- serán gobernados por gobiernos de tendencias de izquierda, algo nada conveniente para los planes estadounidenses de mantener el control de la región.
En una valoración de la situación en Colombia, el economista británico Michael Roberts, abordó el escenario, lo que encontrará Petro, lo que pudiera hacer, los peligros que enfrentaría en su gestión, incluso para su propia vida. En el sitio en internet The next recession Roberts se adentra en la situación colombiana.
Colombia: ¿un giro a la izquierda?
La pandemia golpeó duramente a Colombia como al resto de América Latina, con casi 60.000 muertos y 5 millones de empleos afectados. Colombia registró la mayor recesión de su historia. Desde mediados de 2020, la recuperación ha sido desigual, y no se espera que la actividad económica vuelva a los niveles anteriores a la pandemia hasta la segunda mitad de 2022, si es que lo hace. La pandemia puso de manifiesto el fracaso de los gobiernos pro-empresariales a la hora de apoyar a los colombianos medios y pobres. En lugar de apoyo fiscal, el régimen en funciones implementó un impuesto regresivo sobre los servicios públicos.
Más de cinco millones de colombianos salieron a las calles en mayo de 2021 en protestas sin precedentes que fueron respondidas con una feroz brutalidad policial, ese es el entrante de una cena nada digerible.
En 2021, el 39,3% de los colombianos vivía en la pobreza. Alrededor de 18,9 millones de personas siguen siendo pobres, frente a 17,5 millones antes de la pandemia. La tasa de inflación anual en Colombia se aceleró hasta el 9,2% en abril de 2022, la tasa más alta desde julio de 2000. El aumento de la inflación afecta especialmente a América Latina, donde la proporción presupuestaria de los precios de los alimentos y la energía en la cesta de consumo se sitúa en torno al 40%, con los niveles más altos en Perú, México, Brasil y Paraguay, expone Roberts al presagiar la victoria de la fórmula de la izquierda.
Y, como en toda América Latina, precisó el economista británico, la desigualdad de la riqueza y la renta es muy elevada en Colombia. El Laboratorio Mundial de la Desigualdad estima que el 10% de las personas con mayores ingresos se lleva el 58% de los ingresos generados en Colombia. La desigualdad basada en la concentración de la riqueza es aún mayor, ya que el 10% de los más ricos posee el 65% de toda la riqueza personal.
Asimismo la pandemia puso al descubierto la brecha entre los ricos y el resto. El índice Gini de desigualdad de ingresos para Colombia es de 0,53, lo que lo sitúa como el segundo país más desigual de América Latina, sólo por detrás de Honduras.
Es apenas una pincelada pero, la alarma crece cuando el mismo gobierno y sus aliados pusieron un manto de dudas sobre el resultado electoral, según denunció recientemente el grupo de solidaridad CODEPINK y reafirmó un análisis del experto Marco Teruggi sobre la realidad colombiana.
Precisó Teruggi que la duda la sembró la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, el ex presidente Uribe, el presidente del Congreso, Juan Diego Gómez, el ex presidente Andrés Pastrana, la senadora María Fernanda Cabal, el presidente Duque: todos expresaron su desconfianza hacia el registrador, Alexander Vega, la empresa encargada del software electoral, instalando la idea de una posibilidad de fraude.
Es evidente que hay movimientos en la sombra que buscan dar al traste con la voluntad popular. Colombia, el “portaviones terrestre” representa mucho para los planes de expansión estadounidenses hacia la Amazonia para controlar sus grandes recursos acuícolas y minerales, para intentar destruir a la Revolución Bolivariana en Venezuela. Sobran los comentarios.
Si Petro gana la presidencia ¿qué piensa hacer? Dice que se compromete a buscar "nuevos modelos de desarrollo económico" que no dependan de las industrias extractivas como el petróleo.
Pero dice que las expropiaciones (nacionalizaciones) están fuera de la mesa y en su lugar prevé una redistribución prudente de la riqueza de Colombia. Petro propone ampliar la gratuidad de la educación superior, garantizar puestos de trabajo estatales para los desempleados, poner fin a las nuevas exploraciones de petróleo y gas en un país en el que los hidrocarburos representan la mitad de todas las exportaciones, y aumentar los impuestos a los ricos para pagar una mejor sanidad y bienestar públicos. Promete hacer que las empresas paguen el 70% de sus beneficios en dividendos, reforzar las pensiones estatales y reformar el banco central independiente, señaló Roberts en su informe.
También quiere renegociar el acuerdo de libre comercio con Washington, argumentando que el pacto paralizó el sector agrícola colombiano y obligó a los agricultores a recurrir a la producción de coca para poder subsistir.
"El tratado de libre comercio firmado con Estados Unidos entregó la Colombia rural a los narcotraficantes", afirma. "La producción agrícola no puede aumentar si no renegociamos el TLC".
Es partidario de legalizar el tráfico de drogas -aunque dice que esto no está en manos de Colombia y dependerá de las naciones consumidoras- y restablecería los lazos diplomáticos con Venezuela, donde EE UU no reconoce al presidente Nicolás Maduro y mantiene una embajada de Venezuela en el exilio en Bogotá.
Consideró economista británico que las modestas propuestas de Petro pueden ponerle en peligro personal. Los asesinatos políticos tienen una larga historia en Colombia (Gaitán y el Bogotazo).
Hay peligro por todos lados. La crisis será el plato de bienvenida, el entrante que encontrará un gobierno de izquierda.
Las reformas neoliberales fracasaron, ya que la tasa media de crecimiento durante esta transición neoliberal fue de sólo el 1% anual. La industria en el PIB cayó al 14,5%. En este periodo, la tasa de ganancia alcanzó su nivel más bajo. Esta es la crisis económica de Colombia a la que Petro tiene que hacer frente ahora.
Sin embargo, aunque su partido de coalición, el Pacto Histórico, puede convertirse en el grupo más grande del Congreso, los partidos pro-empresariales mantendrán la mayoría, no obstante si llega al gobierno la izquierda será un nuevo golpe a la "doctrina Monroe”, aunque a lo interno puede haber mucha convulsión que pudiera llevar hasta grandes enfrentamientos cercanos a una guerra civil.
“Tenemos bandas multi-crimen, es una nueva realidad, empoderada en este gobierno, no porque no haya Estado, sino porque cooptan el pedazo de Estado que hay en el territorio y controlan poblaciones”, denunció Petro durante su campaña.
Sin dudas, Colombia es un polvorín y la gente de a pie apuesta por el cambio y la búsqueda de la paz negada durante años.