Un Vietnam diez veces más hermoso
El autor recuerda que el 2 de septiembre de 1945, el presidente Ho leyó la Proclamación de la Independencia y declaró el nacimiento de la República Democrática de Vietnam.
“Nuestras montañas siempre existirán, nuestros ríos siempre existirán, nuestro pueblo siempre existirá. Con los invasores norteamericanos derrotados, reconstruiremos nuestra tierra hasta hacerla diez veces más hermosa […] Nuestra Patria será reunificada. Nuestros compatriotas del Norte y del Sur se reunirán bajo el mismo cielo” escribió el presidente Ho Chi Minh en su testamento político, el 10 de mayo de 1969.
Años antes, el 2 de septiembre de 1945, ante cientos de miles de personas que en representación del pueblo se congregaron en la plaza de Ba Dinh, en Hanoi, el presidente Ho leyó la Proclamación de la Independencia, declarando el nacimiento de la República Democrática de Vietnam.
Cincuenta y tres años después de que Ho Chi Minh hiciera su promesa de futuro y cuando se conmemora el 77 aniversario de la fundación de la República Socialista de Vietnam, su pueblo puede mostrar ante el mundo la certeza de tal premonición. En 1970, Le Duan quien fuera primer secretario del Partido de los Trabajadores de Vietnam, devenido en Partido Comunista de Vietnam (PCV) en el IV Congreso en 1976, ya con el país reunificado, consideraba que el PCV y el presidente Ho Chi Minh llevaron al pueblo “a la palestra mundial como uno de los primeros países coloniales y dependientes cuya revolución de liberación nacional ha triunfado y logrado la toma del poder en todo el país”.
La derrota de la intervención militar estadounidense en 1975, supuso el inicio de una nueva etapa en la construcción del Vietnam socialista. Pero la desaparición de la Unión Soviética y el colapso del campo socialista influyeron poderosamente para que una importante crisis socioeconómica afectara al país justo cuando se trabajaba para restañar las profundas heridas dejadas por 67 años de dominio colonial francés y 20 de intervención militar imperialista de Estados Unidos. En Occidente se frotaban las manos pensando que el pueblo vietnamita no iba a resistir este nuevo embate y el país iba a sucumbir ante la avalancha del capital extranjero, que esta vez no habría de acudir a través de su componente bélico. Bajo la conducción del Partido Comunista, una vez más, Vietnam resistió mientras se aprestaba a trazar el rumbo en las nuevas condiciones creadas.
El VI Congreso del PCV realizado en 1986 se propuso afrontar la realidad, adoptar una posición autocrítica ante los errores, remozar y modernizar la organización y los métodos de trabajo e iniciar el proceso de renovación del país (Doi Moi). Los logros alcanzados a partir de entonces, permitieron que el país saliera de la crisis, al mismo tiempo que se impulsaba la industrialización y la innovación.
En esa perspectiva el PCV y el gobierno vietnamita determinaron los objetivos para esa etapa. Ellos eran: satisfacer las necesidades básicas de la población; crear una estructura económica adecuada para desarrollar la producción; construir y perfeccionar las nuevas relaciones de producción de acuerdo con las características y el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas; generar cambios positivos en el aspecto social y, garantizar la necesidad de consolidar la defensa y la seguridad nacional.
En estos últimos 36 años de trabajo, el país ha desatado un novedoso modelo de desarrollo, sustentado en un pensamiento político y económico propio y en un sistema de gestión basado en las ideas socialistas.
En el año 2021, Vietnam logró “el doble objetivo” de controlar con éxito la pandemia de covid-19 y reactivar la economía. A pesar de las difíciles condiciones, el país tuvo un crecimiento del PIB de 2,58 por ciento consiguiendo adaptarse de forma segura y flexible a la situación a fin de controlar de manera efectiva la calamidad que sobrevino en todo el mundo, ayudando a mantener la actividad económica hasta alcanzar un superávit comercial de cuatro mil millones de dólares que lo ubicaron entre las primeras 20 economías en términos de comercio internacional.
El impacto del covid-19 causó graves daños a las cadenas de suministro globales en 2021, sin embargo, el sector agrícola vietnamita salió adelante con un volumen récord en la exportación de productos agrícolas, forestales y pesqueros que alcanzó 48,6 mil millones de dólares, superando el objetivo de 42 mil millones de dólares establecido por el Gobierno.
Al día de hoy, los éxitos están a la vista. En el primer semestre de este año 2022, en medio de la crisis económica global provocada por la pandemia y la operación militar de Rusia en Ucrania, el PIB aumentó en un 6,42 por ciento. En el mismo período, el país registró un superávit comercial de 710 millones de dólares, mientras que la Inversión Extranjera directa en los primeros siete meses de año totalizó 15 mil 541 millones de dólares dando cuenta de la confianza que se tiene en la estabilidad de la economía del país. Con un aumento interanual de 9,2 por ciento, Vietnam está entre los veinte principales destinos de inversión extranjera directa en el mundo.
En el mismo lapso, el Índice de Producción Industrial creció en un 8,8 por ciento. De igual manera, se debe considerar como muy positivo que la inflación entre enero y julio de este año solo fue del 2,54 por ciento y que más de 954 millones de turistas arribaron al país, lo que significó un aumento del 10 por ciento en el número de visitantes.
En este contexto, el último informe del Banco Mundial (BM) sobre el panorama económico de Vietnam previó que la economía del país se expandirá en un 7,5 por ciento este año, y un 6,7 por ciento en 2023 gracias a la recuperación en la producción y los servicios. Así mismo, el organismo financiero augura que la inflación alcance un promedio del 3,8 por ciento durante el año.
Al cumplirse 77 años de la independencia de Vietnam y al mirar retrospectivamente los largos años de lucha anticolonial, anti imperialista y por la renovación del país, se podría decir -sin dudar ni un instante- que el pueblo vietnamita, en cada momento, ha ido cumpliendo la tarea de la emancipación y el desarrollo.
Si el presidente Ho Chi Minh pudiera ver el Vietnam de hoy, desbordando orgullo vería cumplido el sueño de su vida expresado en su testamento que finaliza diciendo:” Mi mayor deseo es que nuestro partido y nuestro pueblo, uniendo estrechamente sus esfuerzos, construyan un Vietnam pacífico, reunificado, independiente, democrático y próspero, y que hagan una contribución valiosa a la revolución mundial”.