Conservadores en Estados Unidos y el fantasma del fraude
A dos años de la derrota ajustada de Joe Biden sobre Donald Trump en su aspiración a reelegirse como presidente, aún se mantiene el alegato de fraude en las urnas.
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Conservadores en Estados Unidos y el fantasma del fraude
A dos años de que el demócrata Joe Biden derrotara ajustadamente al presidente Donald Trump (republicano) en su aspiración a reelegirse en las elecciones de noviembre de 2020, aún se mantiene el alegato de fraude en las urnas, algo que parece se escuchará en voz de unos cuantos si no logran mantener asientos en el Senado o la Cámara de Representante, en especial en el lado de los elefantes, animal que identifica a los del llamado Grand Old Party (GOP)
Si ajustada fue la victoria demócrata por la presidencia, igual es su mayoría en ambas cámara del Congreso, Senado (50-50 y de ser necesario decide la vicepresidenta Kamala Harris el desempate) y en la llamada Cámara baja de 435 miembros divididos en 221 demócratas y 212 republicanos con dos vacantes rojas.
Un tercio del Senado y todos los representantes serán emplazados en las urnas el 8 de noviembre en una de las elecciones de medio término más esperadas de los últimos años.
Maniobras de meses para reconfigurar los distritos, miedos a algunos sectores en especial negros, latinos y otras minorías para que no concurran a votar, y todo tipo de “trampas” de uno u otro partido conformaron un ambiente de tensión.
Algo que no es nuevo ocurrió en las últimas semanas. Activistas conservadores rojos llamaron a votar en persona el próximo 8 de noviembre en los comicios de medio término en Estados Unidos, y guardar las boletas recibidas por correo para entregarlas ese día. Sorprendente, NO, es un anticipo de que habrá alegaciones de fraude en las urnas aunque las pruebas no existan.
Al respecto, medios de prensa como The Hill, señalan que esos grupos conservadores avivan el fantasma del fraude e insisten en que las elecciones de 2020 fueron robadas al expresidente Donald Trump (2017-2021), algo que nunca lograron probar, y elaboraron un plan para supuestamente frustrar las trampas en el venidero llamado a las urnas.
Un golpeado Trump dijo en un acto proselitista, incluso, que participar el 8 de noviembre era mejor porque “es mucho más difícil para ellos hacer trampa de esa manera”.
Algunos expertos alegan que esa maniobra pudiera ser contraproducente para los propios republicanos pues tal vez muchos no puedan votar se día e incluso harían más lentos el recuento de las boletas. Sin duda, estiman expertos, es una apuesta peligrosa.
Asimismo, expertos consideran que una aglomeración de papeletas en el último minuto podría crear demoras que pueden ser utilizadas para socavar la confianza en las elecciones.
El segundo martes de noviembre estarán en juego 35 escaños de los 100 del Senado y los 435 de la Cámara de Representantes, así como otros cargos a nivel estatal y local, pero, sin dudas, ese día será un medidor para lo que puede pasar en 2024, además de marcar el rumbo de la política en los próximos dos años.
Por otra parte, y frente a los intentos de revivir al fantasma del fraude, una reciente investigación del Centro de Investigaciones Pew publicada en su sitio digital pewresearch adelantó que las intenciones de voto a mitad de legislatura están divididas, y persiste el desánimo económico, mientras que la inflación sigue dominando las preocupaciones económicas de los estadounidenses. Todo eso pesará cuando se abra el voto.
A menos de tres semanas de las elecciones, las preferencias de los votantes registrados están divididas casi por igual: El 41 por ciento dice estar a favor de los candidatos demócratas en sus distritos, mientras que un porcentaje casi idéntico (40 por ciento) apoya a los candidatos republicanos; el 18 por ciento no está seguro de cómo votará o está a favor de candidatos que no sean republicanos o demócratas.
Como es tradición en el país, la situación economica tiene el peso fundamental entre los estadounidenses a la hora de decir su voto. Según una pesquisa de Pew un 79 por ciento dice que será muy importante para su decisión de voto, el porcentaje más alto entre los 18 temas incluidos en la encuesta.
Las preferencias de los votantes varían mucho en función de los temas que priorizan. Entre la amplia mayoría que califica la economía como muy importante, son más los que apoyan a los candidatos republicanos que a los demócratas por dos dígitos (47 por ciento a 34 por ciento). Las ventajas del GOP entre las mayorías más estrechas de votantes que ven la delincuencia violenta y la inmigración como muy importantes son aún más amplias (17 puntos y 29 puntos, respectivamente).
Otro tema como el aborto tiene peso y allí los demócratas aventajan a sus rivales (55 por ciento a 29 por ciento) y los demócratas tienen una amplia ventaja entre los votantes que priorizan la atención sanitaria (51 por ciento a 27 por ciento). En ambos temas, el voto femenino será fundamental, y en ambos casos las mujeres inclinan la balanza hacia los azules de Biden.
El porcentaje de los que califican el aborto como muy importante no ha cambiado desde agosto, después de haber aumentado considerablemente tras la sentencia del Tribunal Supremo de EE.UU. que anuló el caso Roe contra Wade a instancia del sector más conservador de los republicanos.
Las preferencias generales de los votantes registrados para las elecciones intermedias están muy divididas, y una mayorías casi idénticas de votantes de candidatos de ambos partidos dicen estar "extremadamente" o "muy" motivados para votar en las elecciones intermedias. Las cifras hablan por sí solas. El 80 por ciento de los partidarios de los republicanos dicen estar muy motivados, al igual que el 79 por ciento de los partidarios de los demócratas.
En general, lo que pasará en 8 de noviembre, pese a la tradición de golpear al partido en el gobierno, ahora los demócratas, es una gran incógnita que solo se despejará ese día pero, también puede tener un peso sustantivo para los azules las formas en que reaccione Biden ante peligrosos desafíos internacionales, algunos calientes en los últimos días.
Predicciones de pitonisos señalan que los demócratas lograrán una ventaja de uno o dos asientos en El Senado y verán disminuir su escasa superioridad en la Cámara Baja. El segundo martes de noviembre será el día.