¿En qué consiste el Aukus?: El pacto con el que EEUU, Reino Unido y Australia planean “hacerle frente” a China
Las tres naciones planean contrarrestar la influencia del gigante asiático con la creación de una nueva flota de submarinos de propulsión nuclear.
El pacto estratégico, anunciado en septiembre de 2021 y bautizado como Aukus (del acrónimo en inglés de Australia, Reino Unido y Estados Unidos) pretende “defender los intereses compartidos” de las tres potencias anglosajonas en el Indopacífico.
China ha denunciado que la alianza amenaza con dañar la paz regional e intensificar la carrera armamentística en la región y ha acusado a los tres países de mantener una “mentalidad obsoleta” de la época de Guerra Fría.
El portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, afirmó que Estados Unidos, Reino Unido y Australia “transitan cada vez más por el camino del error y el peligro” y que con este acuerdo se complican los esfuerzos por la no proliferación de las armas nucleares.
Sin embargo, el presidente Joe Biden ha defendido el acuerdo alegando que tiene como objetivo reforzar la paz en la región y destacando que los submarinos tendrán “propulsión nuclear” y no armas nucleares.
Por su parte, el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, aseguró que en los 18 meses transcurridos desde que se dio a conocer la alianza Aukus por vez primera, los desafíos para mantener la estabilidad en el mundo han aumentado, haciendo alusión a la guerra en Ucrania y a que China está aumentando el tamaño de su armada y su fuerza aérea a un ritmo, según ellos, acelerado.
El gigante asiático también ha sido acusado de aumentar las tensiones en torno a territorios en disputa en el Indopacífico.
¿En qué consiste el Aukus?
Medios destacan que el pacto representa una gran oportunidad para que Australia incremente su poderío militar, pues Estados Unidos compartirá por segunda vez su tecnología de propulsión nuclear de élite.
Aparte del ejército estadounidense, solamente la marina británica tiene acceso a esta tecnología considerada como la más avanzada en todo el mundo. De ahí el componente histórico del Aukus que subrayan los expertos.
El acuerdo establece que a partir de 2027, Estados Unidos y Reino Unido estacionarán una pequeña cantidad de submarinos nucleares cerca de la ciudad de Perth, en Australia Occidental.
El pacto prevé que Canberra compre a principios de la década de 2030 tres submarinos nucleares de ataque clase Virginia, también conocidos como clase SSN-774, diseñados para afrontar un amplio número de misiones tanto en aguas profundas como cerca de litorales. Luego, Canberra tendrá la opción de comprar dos submarinos más.
Pero quizá el aspecto más ambicioso del acuerdo es el plan para diseñar y construir un submarino de propulsión nuclear completamente nuevo para las armadas de Reino Unido y Australia, un modelo que se llamará SSN-AUKUS.
La nueva generación de submarinos tendrá diseño británico, con reactores Rolls-Royce, será construida en Reino Unido y Australia, pero utilizará tecnología compartida de los tres países anglosajones, destaca BBC News.
El pacto Aukus, anunciado públicamente el 15 de septiembre de 2021, también incluye la cooperación en “capacidades cibernéticas, inteligencia artificial, tecnologías cuánticas y capacidades submarinas adicionales”.
Analistas apuntan que los nuevos submarinos con los que contará Australia podrán operar más lejos y más rápido, y darán a la marina australiana la capacidad de realizar ataques de largo alcance contra enemigos potenciales.
Según el acuerdo, integrantes de la armada australiana serán enviados próximamente a bases navales estadounidenses y británicas donde aprenderán a utilizar los submarinos de propulsión nuclear.
¿Cuál es el objetivo de EE.UU. y los suyos?
Desde la llegada de Biden a la Casa Blanca, Estados Unidos ha dejado claro su voluntad de contener el avance de China en el Indopacífico, manteniendo y reforzando la posición de predecesor, Donald Trump.
Acorde con su conocida “política de contención a China”, el presidente Biden ha señalado que los tres países miembros del Aukus se han comprometido a garantizar que la región del Indopacífico permanezca “libre y abierta”. Sin mencionar directamente a Beijing, es una clara alusión al gigante asiático.
“Al forjar esta nueva alianza, estamos demostrando nuevamente cómo las democracias pueden brindar seguridad y prosperidad, no solo para nosotros sino para el mundo entero”, precisó Biden. A lo cual -siguiendo la lógica de Washington- tendríamos que decir muchas gracias Tío Sam, ¿no?
El presidente estadounidense prometió cuatro mil 600 millones de dólares para ampliar la capacidad de construcción de submarinos estadounidenses y mejorar el mantenimiento de su flota actual.
El proyecto de presupuesto presentado por el Pentágono por 842 mil millones de dólares para el año fiscal 2024, incluye nueve mil 100 millones de dólares para la Iniciativa de Disuasión en el Pacífico; cuyo objetivo es hacer frente a la influencia de China en el Indo-Pacífico y reforzar el papel de Estados Unidos en la región.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, informó que el plan representa la “mayor inversión individual en la capacidad de Defensa de Australia en toda su historia”, que le costará a Canberra más 240 mil millones de dólares durante 30 años.
Por su parte, Sunak se comprometió a aumentar el gasto en Defensa en casi seis mil millones de dólares durante los próximos dos años para contrarrestar las amenazas de “naciones hostiles”.
A todas luces las tres potencias anglosajonas se unen para contrarrestar la temida influencia de China, país que ha sido señalado por Washington como “el desafío más serio a largo plazo para el orden internacional”. Claro está, Beijingn posee una agenda de política interior y exterior “preocupante” para los intereses norteamericanos.
Y ante esas preocupaciones, las provocaciones de Estados Unidos y los suyos en las aguas cercanas a China han sido constantes.
En enero de 2022, dos grupos de portaviones pertenecientes a la Armada norteamericana, encabezados por sus buques USS Carl Vinson y USS Abraham Lincoln, ingresaron al mar de la China Meridional; operación que implicó el uso de toda una flota de apoyo con decenas de destructores, dragaminas, cruceros, aviación naval, submarinos.
En enero de 2023, el portaviones nuclear estadounidense USS Nimitz y su grupo de ataque, que forman parte del Grupo Carrier Strike, también comenzaron a operar en aguas cercanas a China.
La presencia militar estadounidense en la zona incluye a la Séptima Flota Naval del Pacífico, que tiene su base principal en Yokosuka, Japón, así como a unidades desplegadas en Corea del Sur, donde Washington tiene 50 mil soldados, junto a armas nucleares.
“Operaciones como estas nos permiten mejorar nuestra capacidad creíble de combate, dar confianza a nuestros aliados y socios, y demostrar nuestra determinación como Marina para garantizar la estabilidad regional y contrarrestar la influencia maligna”, sostuvo, en aquel momento, el comandante del grupo de ataque dirigido por el USS Abraham Lincoln, el contralmirante J.T. Anderson.
¿Qué dice Beijing?
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ratificó este martes que el organismo examinará de forma “imparcial, objetiva y técnica” que tanto Estados Unidos como Reino Unido, como potencias nucleares, cumplan sus obligaciones, y que Australia también siga los lineamientos internacionales.
El pronunciamiento del OIEA llegó justo después de que China calificara lo pactado bajo el Aukus como un “camino de error y peligro”.
Según Beijing, lo acordado en la alianza tripartita viola el Tratado de No Proliferación Nuclear.
“La última declaración conjunta de Estados Unidos, Reino Unido y Australia demuestra que los tres países, por el bien de sus propios intereses geopolíticos, ignoran por completo las preocupaciones de las comunidades internacionales y caminan más y más por el camino del error y el peligro”, aseguró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin.
Asimismo, Wang acusó a los tres gobiernos occidentales de incitar a una carrera armamentista y afirmó que el pacto de seguridad representa “un caso típico de la mentalidad de la Guerra Fría”.
“El mundo anglosajón, con la creación de estructuras como AUKUS y con el avance de las infraestructuras militares de la OTAN en Asia, está apostando seriamente a muchos años de confrontación”, sostuvo, por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
En 2021, cuando fue anunciado el Aukus, el profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts Vipin Narang, experto en temas de armas nucleares y sistemas de lanzamiento en la competencia entre las grandes potencias, opinó que el acuerdo era una reacción al terreno que China ha ganado en los últimos años.
“Los submarinos de ataque son un gran negocio, y envían un gran mensaje”, dijo Narang al diario The New York Times.